Pasó poco tiempo desde el momento en el que Los Mercenarios se convirtió en un éxito mundial (275 millones de dólares) para anunciar una segunda parte. Llegó hace apenas unas semanas con el predecible título de Los Mercenarios 2. Repite reparto: Stallone, Statham, Jet Li, Terry Crews, Randy Couture, papeles más largos para Schwarzenegger y Bruce Willis. A ellos sumarles las incorporaciones de otros iconos del cine de acción tales como Jean Claudde Van Damme, Chuck Norris, Yu Nan, Scott Adkins y también el joven Liam Hemswoth (Los Juegos del Hambre). Sin embargo, el cambio más significativo es el del cambio de director, dejando Stallone vacante el puesto que ocupó en la primera parte para que lo recoja Simon West, quien desempeñó esa función de manera acertada en Con Air... y no tanto en Tomb Raider.

Guión poco. Esta vez Barney Ross (Stallone) y su equipo aceptan una nueva misión que les lleva a Albania, a enfrentarse a un nuevo villano (Van Damme) que tiene la intención de reunir un peligroso arsenal de plutonio.

Más de lo mismo que se vio en la primera parte pero sorprendentemente mejor. Unas mejores escenas de acción (impagable la primera e interminable set-piece) plagadas de explosiones, tiroteos y excelentes coreografías. Más humor, momentos autorreferenciales y paródicos con guiños al cine ochentero, un guión que da la opción a cada una de les estrellas de tener su momento de lucimiento (entre éstos destacar un Van Damme disfrutando de un buen papel de villano) y la emocionante y altisonante música de Bryan Tyler. Cine de acción como el que ya no se hace, pero con los excesos del cine actual.

Sin duda lo mejor que se puede decir de Los Mercenarios 2 es que ofrece aquello que promete y eso es de agradecer viendo la cantidad de veces que las películas acontecimiento quedan por debajo de lo esperado. Para mí, la película más gozosa de este verano 2012 (con permiso de Los Vengadores).