Título menor en la filmografía de Zemeckis y no por ello exento de calidad y de capacidad evocadora. Es la historia de un sueño, de una superación, de la magia de lo imposible, de los sueños obsesivos, en definitiva de pasión.

Zemeckis se rodea de buenos técnicos en efectos especiales para regalarlos una de las escenas más adrenalíticas y vertiginosas (en el más amplio sentido de la palabra) de la historia del cine, rodada y montada en apenas 20 minutos, que resume un film ajustado en su metraje, con una narrativa clara y directa y un trabajo técnico bastante loable, es imposible no sentirse, al menos, acongojado con los magníficos planos (digitales) desde la altura de las dos Torres Gemelas, recreadas 100% digitalmente y aun así con una perfección más que convincente, sin duda, el plato fuerte de la película y que merece la pena ver y disfrutar (en mi caso casi marearme y a veces, retirar la vista de la pantalla)

Por otro lado, buena interpretación de su protagonista, Joseph Gordon-levitt y un acompañamiento consecuente, pero es la magnífica "sencillez" de la propia historia la que engancha al espectador. Un título sin más pretensión que la de entretener y darnos un chute de adrenalina y elevación moral. Una buena opción para una tarde lluviosa.

Saludos.