Elegí esta película porque siento un placer culpable por las cintas de serie B (especialmente las de ciencia-ficción y terror donde tenemos sorpresas positivas de vez en cuando) y por el protagonismo de Jesse Ventura, quien ya demostró ser un gran secundario carismático en la mítica 'Depredador'. A veces, no se puede acertar siempre.

A pesar de la presencia de Ventura como protagonista, esta vez no hay un John McTiernan que le dirija bien ni un guion sólido que respalde el filme. Todo apesta no a serie B, sino a serie C de cutre donde Damian Lee (con una filmografía que no es que inspire mucha confianza) dirige a Ventura y a Sven-Ole Thorsen (secundario visto especialmente en filmes con Arnold Schwarzenegger, si bien tiene otras presencias residuales en 'Arma letal' o 'Gladiator'), quien interpreta al villano de la función; un antiguo agente del orden extraterrestre con ansias de poder.

Un largometraje este que no se siente como una de esas ocasiones donde la serie B tiene su encanto y hasta se le puede aprobar. En esta ocasión, el libreto y las interpretaciones dejan bastante que desear, no hay personajes muy carismáticos y a veces ni se molesta en disimular su evidente inspiración en 'Terminator' como el tramo final, la cual también concluye con un vehículo alejándose de la cámara. A pesar de su poco menos de hora y media de duración, se hace largo debido a que poco hay que rescatar, salvo alguna pelea y el cameo de Jim Belushi.

Curioso también la aparición de Pepsi, quien imagino que tuvieron que aflojar del bolsillo para que apareciera la marca. Creo que visto el resultado, no creo que lo destaquen como un hito de su centenaria marca de refrescos. Y mira que tener a todo un Jesse Ventura podría haber colado, mas necesita material de calidad que lo respalde, un buen director y un buen elenco. Si no hay nada de estas tres cosas, evidentemente el fracaso es inevitable.