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Voto de Michael Myers:
5
Ciencia ficción Un grupo de supervivientes intenta evitar las batallas de la Tercera Guerra Mundial. Se guarecen en un laboratorio escondido en el subsuelo, pero quedarán atrapados por un alud de ácido. Pronto se darán cuenta que no están solos, un horrible ser mutado con ansia de sangre les persigue. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del 'gran' director David DeCoteau vino en el año 1987 su segunda película como realizador titulada 'Creepozoides' (o 'Creepozoids' en su versión original) que trataría de emular sin mucho disimulo a dos productos que por aquel entonces ya habían creado escuela como son 'Alien, el octavo pasajero' (Ridley Scott, 1979) y 'La cosa (El enigma de otro mundo)' (John Carpenter, 1982) en una mezcla sin el glamour que tenían los dos filmes citados de dos maestros. DeCoteau no llega ni a alumno de fondo de clase busca problemas, pues su trayectoria está mayormente destinada a telefilmes con menos calidad que una pizza caducada.

Con la presencia más conocida de la sexy Linnea Quigley ('El regreso de los muertos vivientes'), quien también es productora asociada, la aventura sigue a un grupo de cinco soldados desertores quienes se terminan resguardando de la omnipresente lluvia ácida en un edificio que termina siendo un lugar donde convive un monstruo, no se especifica si es un extraterrestre o fruto de un experimento científico, que como era de esperar no va con intenciones pacíficas de entablar amistad.

La premisa es simple, típica película de monstruo que aterroriza a un grupo de personas en un espacio cerrado con una calidad muy discutible y con un monstruo cuyas limitaciones técnicas son visibles hasta en planos donde no se ven tomas generales; no obstante, siempre para estos casos ayuda bastante el no meterse en terreno desconocido teniendo así más posibilidades de encontrar una sorpresa medianamente agradable. Si uno sabe lo que está a punto de ver le puede encontrar hasta el punto divertido a una producción hecha con cuatro perras y actores que han tenido algún éxito suelto en el mejor de los casos.

Producto típico de los ya extintos videoclubes que servía para matar el tiempo acompañado de aperitivos y cerveza solo o en compañía y cuyo visionado quizás no sea un completo horror ya que tiene alguna cosa rescatable como la banda sonora o ver a Linnea Quigley en toda su gloria, mas es obvio que no juega en la misma liga de las grandes producciones de ciencia-ficción/terror y su hueco en la historia del cine queda relegado a largometrajes cutres del género mencionado.
Michael Myers
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