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España España · Granada
Voto de Nadja:
8
Drama Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y es controlada por la marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca; son explotados, y ellos, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, se hace amigo de Tancredi, el hijo de la Marquesa. Entre ellos surge una amistad tan preciosa que hará viajar a Lazzaro a través del ... [+]
26 de marzo de 2019
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lazzaro felice es una rara avis dentro del cine actual y la vorágine consumista a la que nos someten a diario. Una especie de milagro que llega de forma inesperada y nos recuerda a las obras de grandes maestros como Fellini pero que además se nutre de potentes mensajes cargados de reminiscencias y de una gran critica a la sociedad en la que vivimos y a la manera que tenemos de relacionarnos con los demás.


Alice Rohrwacher estructura su película en dos partes bien diferenciadas. En la primera parte se nos narra como una marquesa insensible y cruel explota a un grupo de campesinos que tiene bajo su control. Recordamos a Hobbes que nos decía que el lobo es un lobo para el hombre. Y es que este grupo de campesinos que aceptan con resignación ser sometidos por la latifundista viven atemorizados por la presencia de un lobo del que aterran más sus aullidos que su presencia. Del mismo modo, prosiguen con sus quehaceres diarios comportándose igual que su explotadora y sirviéndose de la bondad de Lazzaro, al que le encargan realizar todas las tareas ingratas que nadie quiere hacer. Un joven extremadamente inocente que siempre acepta su despotismo con una perpetua sonrisa y en cuya mirada nunca hay otros gestos que no sean la bondad, la honestidad y la pureza. Raras veces surgen en el mundo seres como Lazzaro y siempre deben enfrentarse contra un mundo que no los comprende y en el que su enorme corazón no tiene cabida. Porque Lazzaro no encaja dentro del pequeño ecosistema voraz y cruel que se nos presenta. Es el lobo que se niega a cazar dentro del grupo, el único ser que no acepta sumirse dentro del eslabón que se nutre de subsistir siempre a costa de aprovecharse del que parece más débil, usando como excusa la falsa creencia de que nuestra tragedia es mayor que la suya. Sin embargo, la situación de Lazzaro cambia un día cuando conoce al joven hijo de la marquesa. El único personaje que parece compartir su honestidad y decide tratarlo como un igual, casi como un hermano. Y Lazzaro lo cree, porque él no está hecho para comprender conceptos como la desconfianza, el egoísmo y la maldad humana. El recibe un poco y lo entrega totalmente todo. Es un ser especial que como el ruiseñor del relato de Oscar Wilde llega a ser capaz de desangrarse y perder todo lo que posee solo por complacer al que cree un verdadero amigo.


La segunda parte comienza cuando la policía acude a la aldea y se descubre la estafa a la que eran sometidos los campesinos. Se les ´´libera’’ de su explotadora y pasan a formar parte de la sociedad actual. Conocen el progreso y todo lo que trae consigo. Y los paisajes agrestes y pastoriles son sustituidos por la frialdad de la urbe donde la pillería se abre camino para asegurar una subsistencia precaria entre alambres y vías de tren. No obstante, el progreso sigue siendo solo una promesa vacía. El explotador humano pasa a ser sustituido por la máquina. Volvemos a ser esclavos, pero esta vez de un ser mucho más terrible. Uno que hemos creado nosotros mismos.


Rohrwacher no deja títere con cabeza y nos regala una fábula cargada de realismo mágico que encuentra su cohesión en la muerte y resurrección de un Lazaro que viene al mundo una y otra vez buscando trazar un camino que aún no existe en nuestros corazones. El actor que interpreta a Lazzaro ‘’Adriano Tardiolo’’ nos hace caer embrujados de su magnética mirada. Transmite tanto dolor, tristeza, calidez, ternura y esperanza. Es brutal que un actor novel pueda llegar a lograr tanto con una simple mirada. Estamos ante un cine que no es solo cine. Es un regalo, para todos los sentidos y un homenaje para todos esos seres que de forma ignorante e indiferente son tildados por la masa como idiotas, en un mundo que no está preparado para aceptar su bondad e inocencia. Donde el escepticismo y el egoísmo parecen haberlo conquistado todo, sin dejar lugar para nada más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nadja
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