Ya basta de querer ser superhéroes buenazos como Superman o Batman, o últimamente el Hombre Araña. Cuando sea grande quiero ser un superhéroe como La Máscara.
Es divertido, hace payasadas, todo el mundo lo adora y conquista las mejores mujeres. Por supuesto, tiene su lado oscuro. Ha cometido un par de delitos (no quiero entrar en spoilers) pero, cual Robin Hood, podríamos decir que ha sido por una causa justa.
La Máscara ha venido a dar un toque delirante al (al menos para mí) habitualmente aburrido mundo de los comics llevados al cine. Aquí hay humor a manos llenas, lo mejor de la expresividad de Jim Carrey, la belleza deslumbrante de Cameron Diaz y un perro que no se queda atrás a la hora de actuar.
Creo que es una gran comedia, con la cual podemos reír durante un buen rato, no importa cuántas veces la veamos.