Es una película basada en cuentos para niños con un trasfondo mitológico y cristiano.

Pero a pesar de ello pueden verla adultos perfectamente y emocionarse, todo el que tenga un corazón de niño disfrutará con ella.

No es una copia de El Señor de los Anillos, son novelas diferentes creadas por dos amigos similares pero diferentes, Lewis y Tolkien, dos amigos que parecían competir por la escritura pero que se aconsejaban mutuamente, por eso si te gusta una obra te puede gustar la del otro.

Creo que es una pena que la franquicia haya "fracasado", me alegro personalmente de que vaya a retomarse con la Silla de Plata, ojalá acaben la saga, aunque en un mundo ateo y materialista no interesa ver a Aslan transfigurarse en Cristo, vivimos en la sociedad del sexo desenfrenado, de la pornografía a raudales, de la cosificación del ser humano, del "tanto tienes tanto vales", y creo que el mundo debe retomar sus raíces cristianas o algún día cuando seamos reemplazados por otras culturas nos arrepentiremos y será demasiado tarde.

El mundo necesita a Narnia y a Dios, recomiendo éstas películas para educar a los niños y también para darnos un repaso de bondad e inocencia a los mayores que nos hace mucha falta.