Estamos ante una de las excepciones que confirman la regla, pues aunque James Cameron no siguiera con la mezcla de ciencia-ficción y terror que poseía el primer film e hiciera una película de guerra en el espacio, el resultado fue impecable, (seguramente si hubiera seguido en la línea de la anterior no habría llegado a su nivel y el resultado habría sido algo decepcionante.)

Pero esta película deja muy buen sabor de boca y personalmente no me canso de verla, porque a parte de estar bien llevada, da un giro, y si en la primera era el alien quien se infiltraba en una nave de humanos, esta vez son los humanos quienes se van a meter de lleno en un mundo dominado por los alienígenas, además también te mete a ti en su mundo explicándote un poco la forma de ser de los alienígenas y como y porque actúan.

Excelente de nuevo Sigourney Weaver en el papel de Ripley, sobre todo en la escena final, que es de las que se convierten en mito, con una más que enfadada reina alien.