Tras unas opiniones (tanto de "especialistas" en la crítica como de simples conocidos) nefastas, uno no sabía si ir o no al cine a perder (supuestamente) el tiempo, viendo la nueva película de Shyamalan. La conclusión es que no volveré a fiarme de la mayoría de críticos y que está claro que voy a tener que frecuentar otros ambientes...

No hará falta decir que la película me pareció estupenda, pero es evidente, a la luz de las opiniones vertidas sobre ella, que no parece apta para todos los públicos. Sin tratar de faltar, y como afirma el sabio refranero castellano, parece que "no se hizo la miel para la boca del burro". Porque ya me dirán como no le puede gustar a alguien una película entretenida, preciosa, con un maravillosas actuaciones y una fantástica banda sonora. Y encima con mensaje, un mensaje de esperanza... en el hombre (a estas alturas de milenio!!).