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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
7
Drama El dueño de un edificio de viviendas decide poner en la calle a sus inquilinos para vender el solar. La negativa de los afectados a desalojar sus casas hace que el casero, asesorado por su amante, contrate a un matón: el Bruto. (FILMAFFINITY)
13 de abril de 2024
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Esta película de la etapa mexicana de Luis Buñuel ejerce una mirada crítica sobre la clase obrera de este país. Presenta una serie de personajes que se mueven entre la crueldad y el patetismo.

Por Nicolás Bianchi

De alguna manera, El Bruto funciona como un complemento de Los olvidados (1950), la película ganadora de Cannes que relanzó la carrera de Buñuel. Esto se debe a que, en ambas historias, el foco está puesto en la clase baja de México. Ahora bien, Los olvidados es una mirada feroz sobre la sociedad que se desarrolla, prácticamente, en tono de denuncia.

En cambio, El Bruto luce como un comentario, una adenda a aquel film mayor. Básicamente, lo que se expresa en esta película es que en la sociedad mexicana hay una serie de personajes patéticos que perpetúan el estado de las cosas. Ricos crueles, mujeres advenedizas, una amplia variedad de vagos e inútiles y algunos brutos casi analfabetos. Este es el caso de Pedro (Pedro Armendáriz), un hombre robusto, alto y bestial, de gran fuerza pero poco cerebro.

En particular, este personaje es el peón de Don Andrés (Andrés Soler), un hombre de buen pasar que vive con la mucho más joven Paloma (Katy Jurado, actriz mexicana de gran talento y amante de Marlon Brando). El veterano Andrés es dueño de una casa en la que viven distintas familias. Ahora bien, este empresario necesita desalojarlos para desarrollar otro negocio. Esto sucede en un contexto de pobreza, ya que los personajes que viven allí mencionan varias veces las dificultades que tienen para acceder a alimentos básicos como, por ejemplo, el pollo.

Además, las diferencias entre ricos y pobres son muy marcadas. Don Andrés vive en una casa amplia con distintas habitaciones que, por ejemplo, le permiten alojar a su anciano padre (Paco Martínez). En cambio, personajes como la joven Meche (Rosita Arenas) habitan ranchos sin electricidad, con pisos de tierra y puertas hechas con listones de madera.

La acción se dispara a partir de la necesidad de Don Andrés de desalojar a sus inquilinos. Esta tarea se la encarga a el bruto Pedro, que usa desmedidamente su fuerza contra el padre de Meche. Al mismo tiempo, se comienza a generar un romance, prohibido, entre Paloma y este hombre fornido, que de alguna manera es la contracara del inteligente pero débil millonario Don Andrés.

Lo que muestra la película es a pobres que mayormente son o idiotas o vagos o las dos cosas y a ricos crueles o patéticos. A Pedro no le sobra inteligencia. A su vez, los personajes que están por ser desalojados lucen condenados a vivir en la pobreza durante toda su vida. En parte, la película muestra que esto se debe al carácter de esta gente.

A su vez, Andrés es un hombre rico que busca solucionar sus problemas por la fuerza. De hecho, otra diferencia social marcada está dada por el hecho de que la policía está a disposición de este hombre. Por último, el personaje más patético es el de Paloma, una mujer que sostiene un matrimonio por conveniencia, que desea la fuerza y potencia de Pedro, pero que ante el menor revés busca aniquilar aquello que anhela.

El Bruto es una película algo ácida, que en vez de reflexionar y criticar, como Los olvidados, prefiere mostrar. Entonces, no hay una toma de posición, sino más bien la exhibición de una sociedad algo podrida en todos sus estratos. Un pueblo sin gente.

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El Golo Cine
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