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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
8
Drama Hirayama parece totalmente satisfecho con su sencilla vida de limpiador de retretes en Tokio. Fuera de su estructurada rutina diaria, disfruta de su pasión por la música y los libros. Le encantan los árboles y les hace fotos. Una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2024
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La más reciente película del realizador Wim Wenders sigue la rutina de un empleado encargado de limpiar baños públicos en Tokio, Japón.

Por Nicolás Bianchi

La trama de Perfect days es minimalista. Un personaje central y unos pocos episodios que suceden a su alrededor. Sin embargo, el alcance de esta historia llevada a imágenes es amplio y abarcativo. Muestra una forma de ser, valora algunas cuestiones de la vida, establece prioridades. Inevitablemente, provoca o al menos intenta generar una reflexión.

Hirayama (Koji Yakusho) es un hombre veterano pero no viejo que trabaja como limpiador de baños en Tokio. En principio, la película se detiene en cada una de las acciones de este personaje solitario y prácticamente mudo. Hirayama es algo así como un ejemplo de filosofía zen. Cada mañana despierta y recoge su cama. Se asea y compra un café en una máquina que está debajo de su humilde morada. Entonces, sube a su camioneta y comienza con su recorrida laboral.

Para los que no somos japoneses ni tenemos el gusto de conocer ese país, esta película supone una excursión. Tokio es mostrada como una ciudad ordenada, pulcra y bella. De hecho, los baños públicos que limpia el personaje son obras modernas de arquitectura con distintos estilos. A su vez, Hiroyama es un reflejo de esa ciudad, ya que limpia con esmero hasta el último recoveco de los inodoros y mingitorios.

Además de trabajar, este personaje tiene una amplia vida cultural. Lee poemas, ensayos y literatura japonesa. Escucha música en viejos casetes de Iggy Pop, Lou Reed y otros más. También hace un culto de su higiene personal, bañándose en una suerte de spa, ya que su casa no tiene ducha. Lo que, en principio, este hombre no tiene es vida social. Prácticamente no habla. Solo contesta con gestos y ademanes.

Hiroyama también tiene un respeto reverencial por la naturaleza. Almuerza contemplando las copas de unos árboles en una plaza. En cualquier recreo de su trabajo mira al cielo o la vegetación a su alrededor (la mayoría de los baños públicos están en plazas o parques). De la sociedad solo le llama la atención un linyera que luce algo loco.

Hiroyama no interactúa con otras personas, más allá de lo estrictamente necesario. A su joven compañero de trabajo Takashi (Tokio Emoto) lo ayuda pero jamás responde a sus intentos de conversación. Aquí la película marca una diferenciación. En este mundo, la contemplación, las artes y la rutina son más importantes que todo lo demás.

En la segunda mitad del film este personaje ve cómo sus hábitos sufren algunas interrupciones. Hay algunas pequeñas cuestiones por resolver y también más contexto para comprender al personaje. Todo esto es importante para la estructura y la trama de la película pero no afecta a su núcleo central. Perfect days funciona también como una declaración de principios. En algún momento se menciona a una plataforma digital muy popular que el protagonista desconoce. Es el año 2023 y no hay un solo teléfono celular. Hay días perfectos que no necesitan de nada de eso.

Se estrenó en cines y pronto estará en Mubi (12/4). Contacto: [email protected]
El Golo Cine
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