Cruising es una película extraña, confusa, oscura.

Una trama policial al uso: Nueva York, años 80. Un policía (Al Pacino) se infiltra en el submundo leather-gay en busca de un asesino en serie.
Pero el director, William Friedkin (recordemos que había dirigido previamente films como French Connection, o El Exorcista) consigue con estos elementos, hacer una película singular. Que es lo que hace de CRUISING una película notable?:

1. Ambientar la trama policial en un entorno tan inusual para el mainstream como la subcultura leather.
Los locales SM (sado-maso) de una Nueva York previa a la aparición del Sida, son mostrados con una ausencia de corrección política que vista en pleno siglo XXI son de agradecer (A pesar de los 40 minutos de metraje que faltan por culpa de la censura, que Friedkin reconoció en entrevistas que ilustraban mucho más gráficamente las prácticas de dichos lugares). Pese a las protestas que hubo en la época, por la imagen promiscua que se da del colectivo Gay, creo que la intención de Friedkin iba más allá de cualquier prejuicio ético o moral, la atmósfera sórdida y oscura es un elemento que usa para explorar los límites del thriller policial y llevarlo al terreno del terror
.
2. La película no está tan interesada en la trama policial, como en perturbarnos. Utiliza la noche SM Neoyorkina para provocarnos claustrofobia, desasosiego. Montaje, fotografía, música, encuadres... todo esta enfocado en generar una atmósfera que conecta muy bien con género de terror, que Freidkin tan bien conoce. La ambigüedad moral y lo delirante de algunas escenas, parece querer llevar al espectador por un viaje similar al que experimenta el policía Steve Burns (Al Pacino). Viaje alucinógeno que lleva al protagonista a cuestionar los límites de su identidad y obliga al espectador a intuir un final que no deja de ser confuso (Confuso a propósito o confuso por los 40 min que faltan, que según reconoció Friedkin provocaban algún giro de guion).

En definitiva, un viaje por las noches leather ochenteras de Nueva York, una atsmósfera perturbadora, narrativa Lynchiana y Al Pacino arriesgando al interpretar su papel, son elementos más que suficientes para considerar CRUISING como un film de culto, imprescindible en la filmografia de Friedkin.