Para empezar, decir que esta película está sobrevalorada por cuestiones de marketing. Salvo algunas escenas que te hacen despertar del sopor, no tiene nada. Todo es un refrito de otras películas, cogiendo de aquí y de allá y haciendo un Frankenstein fílmico.
Para seguir, el casting creo que no es adecuado porque Gosling es totalmente lineal (aunque lo hace bien porque su personaje lo es) y Cranston y Perlman decepcionan. Ni siquiera hay tensión sexual con la chica, es sosa la pobre y no transmite nada.
La cuestión de conducir se supone que es primordial en el guión pero enseguida queda en un segundo plano (o tercero o cuarto). Lo que parecía que iba a ser una trepidante película de coches tipo Bullit (salvando las distancias, claro) se convierte en un no-sé-qué de buen samaritano y ayudar al prójimo a excepción de a la chica que se queda con dos palmos de narices. Creo que este tío es gay...
Lo dicho, salvo algunas escenas buenas, todo es un remake de grandes obras de justicieros urbanos setenteros-ochenteros (McQueen en su época, Charles Bronson en toda su filmografía, Michael Caine en Asesino Implacable, James Broling, etc...).
Se deja ver. Le doy un aprobado alto.