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España España · Un lugar de La Mancha
Voto de CarlosDL:
9
Thriller. Acción. Drama. Cine negro Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
9 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nicolas Winding Refn (NWR) es considerado por muchos como uno de los directores contemporáneos autodidactas más influyentes y subversivos del panorama internacional. Desde sus inicios marcados por la sobriedad fílmica danesa hasta sus últimas obras saturadas de contrastes y pureza en la paleta cromática de sus imágenes, su obra ha estado siempre marcada por una exploración de la condición humana a partir de una visión evidentemente violenta y perturbadora de las relaciones y la conciencia. Sin embargo, la crueldad narrativa se aleja de la gratuidad y lo mundano para examinar lazos de amistad, familia o auto-confidencia de sus personajes cuyas vías de actuación toman herramientas poco ortodoxas en gran parte de los relatos.

Sus películas siempre han intentado ser extrapoladas de cualquier convencionalismo, distanciándole de otros directores -sin desmerecer las claras influencias que muestra de muchos de ellos- y generando un estilo propio que en sus últimas películas ha llegado a ser descrito como fetichista o adulador de su propio ego. Algo innegable sobre sus métodos es la carismática manera que tiene de superar sus propias barreras físicas; una de sus obvias firmas personales como es la saturación de tonalidades agresivas o el juego con iluminación intensa en las imágenes es su propia forma de superación de la condición daltónica que sufre en su visión. Estas técnicas quedan evidenciadas al final de su “época danesa” para satisfacer el resultado de sus últimas obras, siendo Drive (2011) el hito que define un antes y un después en su carrera.

La geometría de sus personajes siempre había conseguido evolucionar en la cantidad de matices que podían aportar al guion, pero Drive (2011) consiguió describir el éxtasis creativo del director gracias, entre otros muchos motivos, a su poliédrico personaje cuyo arco argumental está cargado de aristas perfiladas de manera impecable. Ryan Gosling se enfunda la inconfundible chaqueta del escorpión y juega con el mondadientes como si de un cowboy se tratara, haciendo arder el asfalto de la ciudad a ritmo de Kavinsky y su electrizante Nightcall. Así dan inicio a una película en la que el director olvida definitivamente su época de cámara al hombro para implantar la precisión y métrica que serán norma de su cine a partir de ahora.

La obstinada personalidad del forajido sin nombre se adentra en un drama familiar en el que el erotismo y la violencia juegan en el mismo equipo de este film neo-noir de culto instantáneo. Dejando a su paso escenas frías y macabras, al igual que sumamente elegantes como la provocadora secuencia del ascensor (tan excitante como funesta), Drive avanza con semblanza desarrollando el drama y la tensión con rigor para sellar un thriller estiloso, con personalidad, abarcando con lúgubre romanticismo instintos naturales del hombre como animal salvaje. Una de sus canciones recalca “You keep me under your spell”, y eso es precisamente lo que consigue NWR en esta ocasión. Drive es un hechizo del cine moderno.

CarlosDL - http://redrumblogdecine.com/
CarlosDL
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