Bobería supina, mascada comedia (que no tiene nada de gracia) que va de anti-romántica para caer en los tradicionales clichés a las mínimas de cambio. No se entiende lo de Natalie Portman desde "El cisne negro"; vale que sí, que tiene derecho a hacer este tipo de películas, pero es igual de criticable. Aquí se siguen las fórmulas de siempre, aunque sea esta vez la chica la que peca de inmadura y no quiera nada serio. El desenlace es el de siempre, y no creo que destripe nada del argumento porque esto siempre funciona así.
Kevin Kline nada, no hagan caso. Sale en dos o tres escenitas y poco más. Un mero trámite, un descanso de todo lo demás. Relleno y más relleno acompañan al Kutcher y a la Portman mientras harán las delicias de sus incondicionales al comienzo de todo, pero sin nada de gracia.

+ Poco, tal vez ver a la Portman más impúdica de lo normal.

- Todo lo demás. Se hace lenta, aburrida y se desea que finalice lo antes posible.