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Voto de Sergio Berbel:
1
Terror. Thriller Una bailarina de discoteca, Lucía, roba un alijo de pastillas y comienza a ser perseguida por mafiosos, refugiándose en un bloque de apartamentos con su hermana Rocío y su sobrina Alba. Una vez allí las tres descubren que unas fuerzas sobrenaturales malévolas poseen el edificio. El horror invade los pasillos de cemento de un complejo residencial maldito en las afueras de Madrid.
16 de abril de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jaume Balagueró ha perdido el norte. El otrora nombre referencial del cine de terror de nuestra cinematografía fue decayendo víctima de las reiteraciones temáticas y estilísticas propias del género. Y su filmografía ha ido a menos con la honrosa excepción de esa obra maestra titulada “Mientras duermes”. Pero que Balagueró está en horas bajas no justifica el esperpento intragable y anticinematográfico que supone “Venus”. Pura basura que pretende ser un cruce imposible entre “Melancolía” de Lars Von Trier, “Fugitivas” de Miguel Hermoso y lo peor y más nauseabundo del gore, sin razón de ser ni objetivo alguno.

Esta película (por llamarla algo) de género jamás debió rodarse. Su argumento (al que no vale la pena entrar por minimalista y vomitivo) no hay por dónde cogerlo, pateando la más mínima credibilidad escena tras escena hasta su ridículo paroxismo final. Nada tiene sentido. Los personajes no están trazados más que a brochazos groseros. Sus situaciones son paródicas y ridículas. Sus diálogos, puro esperpento que hace sangrar a los oídos inteligentes. Sus formas, intragables. Su resultado, lamentable.

Pero si grave es la puesta en escena, mucho más ridículas e insufribles son las interpretaciones de su equipo artístico. Un film protagonizado por la otrora interesante Ester Expósito, que parecía ser una buena actriz en la fase primigenia de su carrera, pero que su seriedad y credibilidad ha ido siendo enterrada por el mismo cirujano que ha transformado su cuerpo a golpe de bisturí para apartarla de un físico natural y de cualquier interpretación creíble. Su forma de afrontar el personaje protagonista, Lucía, llevándola al terreno de la super heroína (eso debe ser lo que han consumido sus autores para perpetrar todo esto) de videojuego, resulta ciertamente vomitivo.

Saber que produce Álex De la Iglesia quizás explique el derroche gore intragable de la cinta en estos 100 minutos de metraje que se hacen eternos. La música de Vanessa Garde es estridente y francamente insoportable, al igual que la barroca y excesiva dirección de fotografía de Pablo Rosso. Y es que nada funciona en este esperpento intragable.
Sergio Berbel
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