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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Lara es una joven transgénero de 15 años que sueña con convertirse en bailarina.
28 de marzo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Girl” es una película perfecta. “Girl” es un sueño para el cinéfilo. Con “Girl” hay tiempo para llorar, para reír, para emocionarse, para sentir, para empatizar, para enfadarse. “Girl” es la dirección perfecta y, sobre todo, la interpretación más impresionante que pueda verse: la del joven belga Victor Polster.

La ópera prima del belga Lukas Dhont, a través de una nerviosa cámara al hombro que la dota de una verosimilitud inaudita, nos cuenta una historia tan simple, y a la par tan compleja, como la vida misma: la de una chica adolescente atrapada en un cuerpo masculino, Lara. Aún no lo sabes si no la has visto, pero te vas a enamorar de ella para siempre.

Lara tiene más valor que una legión de espartanos juntos. Ella quiere ser la mejor mujer del mundo por encima de las demás. Y quiere ser la mejor bailarina clásica que haya existido nunca. Para ambas cosas se esfuerza de forma sobrehumana día y noche sin descanso. Y no es fácil. Porque nunca fue sencilla la adolescencia, y mucho menos si además viene con una operación quirúrgica de cambio de sexo y un largo periplo para hormonarse previo de por medio.

Jamás la vida de una chica transgénero fue tratada con tal delicadeza y sensibilidad. Superando con creces a sus predecesoras, la película belga se eleva sobre el resto, sobre el mundo y sobre tu conciencia, para atraparte. Nunca te vas a librar de ella tras haberla visto.

Pero también es un testimonio sobre lo dura que es la paternidad. Porque ese padre ejemplar que apoya constantemente y sin desaliento a su hija, que se entrega a su felicidad en cuerpo y alma, que no tiene vida más allá que la de sacar adelante a sus vástagos en absoluta soledad (nadie nos aclara durante todo el metraje qué ha pasado con una madre ausente, lo cual no deja de ser una elipsis prodigiosa), nos logra hacer empatizar con él hasta dotarlo de vida propia en nuestro consciente. Todo padre debiera ser ese padre.

Y Lara tiene también un hermano pequeño de 5 años, al que no le es fácil tampoco la vida en un nuevo colegio con una hermana tan especial. Pero con todo y con todos puede Lara, porque Lara es mucha Lara. Lara es una diosa.

“Girl” también nos asoma, ya de paso, a la dureza del ballet, con un realismo crudo nunca visto desde “Cisne negro” de Darren Aronofsky. No es oro todo lo que reluce en la danza, y la extenuación y el extremo al que se somete al cuerpo humano está muy bien reflejado a través de Lara.

Y luego está ese final. Que te desborda en lágrimas de alegría y de tristeza, de esperanza y de dolor, de amor hacia Lara.

“Girl” es profunda, muy profunda, y te cala huesos y alma para siempre. “Girl”, insisto, es PERFECTA.
Sergio Berbel
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