Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sergio Berbel:
10
Drama. Romance. Comedia Un domingo cualquiera, tres jóvenes amigos leen la esquela de quien suponen es un compañero del colegio al que hace tiempo perdieron la pista. Acuden al tanatorio y se dan cuenta de que se han equivocado: aquel entierro no es el de su compañero de escuela. A partir de aquí la confusión y el azar tejen una historia de amistad, de amor y de muerte. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Hay que tener una valentía extrema para hacer una comedia romántica en torno al suicidio y a la muerte y que funcione en todos y cada uno de sus ámbitos, que resulte equilibrada y que llene las expectativas tragicómicas de todo tipo de espectadores. “Tu vida en 65 minutos” lo consigue y además desprende una magia propia. Los responsables de semejante éxito son María Ripoll a la dirección y Albert Espinosa al guión.

La historia, que oscila con maestría insuperable de la comedia al drama en movimientos pendulares que siempre funcionan, nos relata las desventuras en un único día de tres amigos barceloneses de 23 años a los que les suena el nombre de un joven de la misma edad que aparece en una esquela del periódico y deciden ir al tanatorio a ver si es su antiguo compañero de colegio. Allí Dani, el protagonista, marcado por la muerte de su padre cuando él tenía 12 años, se encuentra con Carmen, su ex novia, a través de la que conoce a la hermana del joven fallecido, Cristina, de la que se enamora perdidamente al primer vistazo. A partir de ese momento, aunque pronto se dan cuenta que el chico muerto no es quien ellos pensaban, decide fingir que es así para poder acercarse a Cristina.

Las situaciones se van enredando y el argumento va creciendo en profundidad y honestidad, mientras se van sucediendo inteligentísimos diálogos entre sus personajes, verbalizando enormes verdades filosóficas con expresiones muy sencillas. Para que todo funcione, se requieren unas interpretaciones a la altura de las circunstancias y María Ripoll lo tuvo claro a la hora de elegir reparto entre lo mejor del elenco actoral joven en 2006: magnífico protagonista omnipresente interpretado por Javier Pereira (en su mejor interpretación “ex aequo” junto con la que nos regaló en “Stockholm” de Rodrigo Sorogoyen), perfectamente secundado por una etérea Tamara Arias de la que resulta imposible no enamorarse como lo hace el protagonista del film y con bastante solvencia por parte del extenso plantel de secundarios, entre los que brilla Nuria Gago.

Son apenas 90 minutos que vuelan ante los ojos del espectador, que desearía mucho más de unos personajes que nunca se agotan a través de una muy mediterránea dirección de fotografía de Javier Arrontes y con una selección musical de canciones de exquisito gusto, entre los que destacan dos temas que resultan importantes para el propio desarrollo de la trama: “Por qué te vas” de Jeanette y “La bambola” de Patty Pravo, que remarcan en el alma del espectador momentos vitales para conceder peso a la trama.

Su guión es tan perfecto que incluso podría esconder otra lectura simbólica mucho más compleja y enrevesada, pero esa la dejamos para otro día en el que ya nos hayamos secado las lágrimas.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow