Sólo he visto media docena de las películas dirigidas por De Palma, pero he tenido suficiente. ‘Carrie’ la había visto en mi adolescencia y tenía un recuerdo muy vago, apenas un flash acerca de la traca final y algún fogonazo de jovencitas en la ducha. Al parecer, me estanqué en la edad del pavo, porque acabo de revisarla y apenas ha quedado en mi recuerdo algo diferente.

No entiendo qué puede ver la peña, a día de hoy, en su desangelada puesta en escena, en sus absurdos y apenas abocetados personajes, o en las desafortunadas interpretaciones, salvo la de la propia protagonista. Comprendo que hace 35 años se viese como una renovación del género, por la planificación, las pantallas divididas, el contenido sexual o el vocabulario obsceno… Yo sólo veo un fracasado ejemplo de estilismo sin el menor talento. Luego, el interés de ver el parrús a algunas actrices que alcanzarían cierto renombre en los 80, como Allen o Irving, o los primeros pasos del guaperas de Travolta o el patético Súper Héroe Americano.

Desde luego, el miedo no aparece por ningún lado, si acaso el que experimenta la rarita acosada por el resto de sus compañeras, lo que viene siendo bullying paranormal. Aunque también da cierta grima, o risa, no lo tengo muy claro, mamá Laurie, con su capa, su biblia y su efigie ensartada a lo Donosti. A lo mejor se trata de pura comedia negra y yo me la he tomado a la tremenda.

Definitivamente, me quedo con ‘The Final Countdown’.