“Figuras Ocultas” debería ser una película plantilla para cine de homenaje y/o protesta. A pesar de sus presumibles licencias y exageraciones – se intuyen, hablo desde el desconocimiento-, la película contiene las dosis correctas de humor, acción, rigor histórico, denuncia social e interés que suelo demandar y echar en falta en este género.

La película homenajea, en los tiempos que la NASA mandaba gente al espacio en cubículos de hojalata con ordenadores peores que un Spectrum, la figuras de las mujeres de color que se encargaban de hacer a mano los complejos cálculos matemáticos que las máquinas de la época eran incapaces de realizar. El homenaje es triple: por ser mujeres, por ser de color y, sobre todo, por ser expertas ingenieras, matemáticas o físicas que hacían su trabajo igual o mejor que sus contrapartes varones o blancos. En ningún momento, y esto es importante recalcarlo, la película reclama para ellas un trato o un reconocimiento mejor o mayor del que se merecen. En un tema tan importante, donde está en juego la vida de astronautas, billones de dólares en proyectos y el prestigio de una nación, la película no reclama una cuota al género o la raza sino simple meritocracia, que los mejores ocupen los mejores puestos sean hombres, mujeres, chinos o blancos.

Y si el concepto es correcto, el envoltorio lo es más: la NASA. La puñetera NASA. El centro de control del programa espacial con sus cacharros, sus micrófonos sus lucecitas y Kevin Costner, Sheldom Cooper y Taraji P. Henson hablando de derivadas, integrales, ángulos de entrada y logaritmos. Yo no puedo pedir más. No pueden faltar los típicos momentos de discusiones en el hogar por los problemas de conciliación en los años sesenta, pero están abordados de una manera profesional, convencional si cabe, sin buscar el morbo ni el conflicto fácil, desde una óptica asertiva. Para que nos entendamos, si la hubiese dirigido León de Aranoa, no hubiera faltado algún bofetón de una marido afroamericano mediocre hacia su mujer ingeniera que llega tarde a casa. En la película, a los maridos les cuesta aceptar el status, pero terminan entendiendo que sus mujeres trabajan en la puñetera NASA. ¿Visión edulcorada? Puede ser, pero la película está respaldada por una novela, así que hay motivos para pensar que las cosas pudieron pasar como nos cuentan.

“Figuras Ocultas” es agradable de ver. Interesante y simpática, enseña historia, valores y ciencia. Tiene un mensaje positivo y optimista, reivindica la figura de auténticas heroínas en la sombra de una manera constructiva, sin pasar facturas. Lo dicho: una película a considerar como ejemplo.