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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
1
Drama Adaptación de una novela de Don DeLillo. Con el capitalismo a punto de extinguirse, los disturbios se extienden por Nueva York. El joven multimillonario Eric Packer se dirige en su limusina a cortarse el pelo en su peluquería favorita. Eric descubre que alguien quiere asesinarle a la vez que el caos se apodera de su imperio. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2022
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parte de la grandeza del cine reside en que cuando crees que has visto el bodrio más infame que la Historia podía parir, llega alguien y cae más bajo. Ahora mismo, en el fondo de mi fosa séptica reside David Cronenberg y esta “Cosmopolis” que, salvo que me equivoque mucho, va a ostentar la corona mucho, mucho tiempo. O no, quién sabe, pero el que llegue nuevo se lo va a tener que currar muchísimo porque han dejado el nivel por todo lo bajo.

“Cosmópolis” es complicada de encajar en un género. Un millonario encarnado por Robert Pattinson va en su limusina a cortarse el pelo mientras el mundo se desmorona tras un colapso económico. Por el camino va recogiendo e interactuando con toda clase de personajes desprovistos de contexto con los que, a través de unos diálogos random, se intenta echar la culpa de los males al capitalismo, a los bancos, a los políticos y a los ricos. Sin orden ni concierto. Filmaffinity la etiqueta como ‘drama, drama psicológico, road movie y Crisis económica 2008’ y creo que, por esta vez, el algoritmo le ha jugado una mala pasada: “Cosmópolis” es lo contrario a una road movie, no tiene nada de drama, toca de soslayo el rollo de la crisis económica y sólo en la palabra ‘psicológico’ encontramos un adjetivo a la altura. La película sí que es psicológica, muy psicológica. Tan psicológica que pierde contacto con la reaidad y viene a ser una gigantesca alegoría de algo. ¿De qué? ¿De la economía de mercado? ¿De la superficialidad de los ricos? ¿De las democracias? No lo saben ni Cronemberg ni mucho menos un Pattinson que es, sin duda, lo mejor de la película, capaz de aguantar el tipo sin descojonarse ni fruncir excesivamente el ceño entre las continuas sartas de gilipolleces que tiene que decir y escuchar.

Las alegorías no suelen funcionar en el cine. Al cine se va a que te cuenten las cosas claritas que para eso pagas la entrada, no para que te calienten la cabeza y te pongan a pensar en si tal tío es el trasunto de tal político y ha dicho lo que ha dicho como sátira de tal situación. “Cosmpolis” es espesa e incomprensible aunque vayas con un mapa, sólo se intuyen débiles retazos de ideología nihilista, infantil y comunistoide, como si el guion viniera firmado por Íñigo Errejón antes de hacerse ecoguay. Deja sin palabras y con ganas de no volver al cine en una temporada. Los únicos momentos decentes ocurren cuando la película llega a niveles de absurdo tales que arrancan carcajadas de vergüenza ajena. Se puede entender la presencia de Pattinson por su búsqueda de papeles extremos tratando de desencasillarse del Edward Cullen de “Crepúsculo”, pero el resto no tienen perdón de Dios.
OsitoF
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