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Voto de OsitoF:
5
6,2
3 529
20 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada, supuestamente, en hechos reales, “American Animals” recrea uno de esos crímenes (en este caso un robo) planeados por descerebrados y ejecutados con unos niveles de frikismo y cutrez que dan sentido al oxímoron de ‘comedia dramática’. Un poco en la línea de “Dolor y Dinero”, pero con más sobriedad, inocencia y ternura.
La película es impecable en cuanto a propuesta, realización e interpretación pero que me deja una extraña sensación que no sé si es que no la he entendido, si es que me ha defraudado porque me esperaba otra cosa o si es que realmente no cumple las expectativas que despierta. O tal vez, una combinación de todo lo anterior: yo me pensaba que la cosa iba a ir por allí y luego me decepcionó porque terminó yendo por allá, tomando un rumbo que no comprendí. A ver, entiendo el argumento, pero ni la escritura de los personajes ni el desarrollo de los acontecimientos tal y como son presentados me deja claro cuánto hubo de inconsciencia, cuánto de rebeldía, cuánto de travesura y cuánto de interés económico. Y tampoco la fórmula narrativa en general transmite el rigor necesario como para no pensar que se están exagerando algunos rasgos, introduciendo sucesos a conveniencia o caricaturizando personajes para reforzar el humor, dar más sensación de absurdo o quitar hierro a lo, que en el fondo, no deja de ser una atraco.
Hay momentos graciosos y los protagonistas se hacen simpáticos, pero “American Animals” es muy irregular de ritmo y, en general, no es lo que se dice divertida. Parece vivir de eso, de momentos. Y de dar pie a la reflexión de que vivimos en una sociedad en la que la seguridad se da por su puesta y el mundo del crimen y de la lucha contra el crimen viven en una especie de equilibrio en el que unos, los maleantes, no se salen de unos delitos habituales con unas reglas conocidas, y los otros, los protectores, han desarrollado mecanismos de defensa contra esos delitos. Y el Sistema no está preparado para luchar contra lo que salga de esas reglas, ya sea unas amas de casa roben el Hogar del Pensionista o los miembros del Club de Ajedrez llevándose un Velázquez del Museo del Prado.
Más luces que sombras. ¿Suficientes para recomendarla? No, no creo. ¿Suficientes para darle otra oportunidad? Sí, puede. No sé, pocas películas me han dejado tan confuso como ésta.
La película es impecable en cuanto a propuesta, realización e interpretación pero que me deja una extraña sensación que no sé si es que no la he entendido, si es que me ha defraudado porque me esperaba otra cosa o si es que realmente no cumple las expectativas que despierta. O tal vez, una combinación de todo lo anterior: yo me pensaba que la cosa iba a ir por allí y luego me decepcionó porque terminó yendo por allá, tomando un rumbo que no comprendí. A ver, entiendo el argumento, pero ni la escritura de los personajes ni el desarrollo de los acontecimientos tal y como son presentados me deja claro cuánto hubo de inconsciencia, cuánto de rebeldía, cuánto de travesura y cuánto de interés económico. Y tampoco la fórmula narrativa en general transmite el rigor necesario como para no pensar que se están exagerando algunos rasgos, introduciendo sucesos a conveniencia o caricaturizando personajes para reforzar el humor, dar más sensación de absurdo o quitar hierro a lo, que en el fondo, no deja de ser una atraco.
Hay momentos graciosos y los protagonistas se hacen simpáticos, pero “American Animals” es muy irregular de ritmo y, en general, no es lo que se dice divertida. Parece vivir de eso, de momentos. Y de dar pie a la reflexión de que vivimos en una sociedad en la que la seguridad se da por su puesta y el mundo del crimen y de la lucha contra el crimen viven en una especie de equilibrio en el que unos, los maleantes, no se salen de unos delitos habituales con unas reglas conocidas, y los otros, los protectores, han desarrollado mecanismos de defensa contra esos delitos. Y el Sistema no está preparado para luchar contra lo que salga de esas reglas, ya sea unas amas de casa roben el Hogar del Pensionista o los miembros del Club de Ajedrez llevándose un Velázquez del Museo del Prado.
Más luces que sombras. ¿Suficientes para recomendarla? No, no creo. ¿Suficientes para darle otra oportunidad? Sí, puede. No sé, pocas películas me han dejado tan confuso como ésta.