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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
2
Thriller. Drama Un accidente ferroviario que tiene lugar en la localidad de Peacock (Nebraska) entraña, en realidad, un misterio que afecta a John, un empleado de banca (Cillian Murphy) que prefiere pasar desapercibido. Pero John tiene un secreto: padece un problema de doble personalidad. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2012
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces pienso que, desgraciadamente, para que a un actor se le reconozcan sus aptitudes tiene que hacer papeles tristes y miserables. Cilliam Murphy ha hecho buenos papeles en obras conocidas como “Origen”, “28 días después” o las nuevas de Batman pero jamás pasará la historia hasta que no protagonice algún pestiño en el que haga de pederasta, de toxicómano que adelgaza hasta pesar sólo 30 kilos o de disfuncional travestido: Entonces sí que toda la crítica profesional se lanzará a alabar su sacrificio y unas aptitudes camaleónicas que parece que no cuentan si la película consigue una recaudación aceptable.

Con “El misterio de Peacock” Murphy puede tachar el último de los requerimientos para la gloria profesional: le toca hacer un papel doble de señor y señora dentro de esta película que es como un agujero negro del aburrimiento, un coñazo tan concentrado que ni la más mínima partícula de interés escapa a su atracción. Supuestamente está basada en un suceso real, pero tan nimio y tan irrelevante que el guión tiene que hacer un auténtico y nunca bien denigrado ejercicio de estiramiento para sacar de él hora y media largas de tedio reconcentrado, centrándose en lo más sórdido de la trama: la doble personalidad travestida de su protagonista que, lejos de ser un medio para dar interés a la trama, es un fin en sí mismo. Por lo que respecta a las motivaciones de Murphy o lo que haya pasado en su vida para acabar con sus taras mentales, se ve que no eran lo suficientemente sórdidas como para merecer ser contadas y que así entendamos qué mueve al protagonista a hacer lo que hace… claro que entonces no hubiera quedado tiempo para presentar las morbosas situaciones de malentendidos que le provoca su condición, por incomprensibles o fuera de lugar que resulten.

Poco o nada más hay en la película fuera del hecho de que el protagonista tiene problemas mentales que se manifiestan comportándose a veces como una mujer que vive en una casa como la de “Psicosis”. Lo supuestos sucesos reales en los que se enmarca la película son de risa (equivalente a que se escape una vaca de un pueblo y aparezca en un piscina, pero con trenes) y las licencias argumentales para dar un poco de sabor son (y así quedan en pantalla) forzadas.

Además de Murphy hay actores conocidos como Susan Sarandon o Bill Pullman totalmente desaprovechados en papeles secundarios dando la réplica a diálogos inconexos, porque esa es otra: la atmósfera está tan innecesariamente cargada de malas vibraciones que parece afectar a la coherencia de las conversaciones, lo que unido a la brusquedad de las transiciones entre planos hace que por momentos que parezca que estamos en una película de David Lynch (claro que con David Lynch otro gallo nos hubiese cantado).

Nivel de truño: 75%. Flaco favor le hace esta película al pueblo de Peacock, que estoy seguro de que tiene cosas más interesantes por las que ser conocido que este supuesto hecho real que no importa a nadie.
OsitoF
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