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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Drama Syd (Chris Evans) es un yonqui neoyorkino de clase acomodada que va de mal en peor en su vida. Tras un reventón, se entera al recuperar la lucidez de que su ex-novia London (Jessica Biel) abandona la ciudad para mudarse a Los Angeles. Él la considera su único verdadero amor y se siente impulsado a visitarla por última vez antes de su partida. Así pues, ni corto ni perezoso, se hace amigo de uno de los invitados ocasionales y consigue ... [+]
4 de noviembre de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mundo es equilibrio y todo tiene su contrapunto, que diría Elijah Price en “El protegido”. Del mismo modo que “Superman 4” es el paradigma de película gafe en la que sus protagonistas acabaron parapléjicos, drogadictos, enfermos de parkinson o problemas mentales, “London, oscura obsesión” es una película talismán y trampolín a partes iguales. Trampolín, en el sentido de que tras aparecer aquí sus protagonistas fueron adquiriendo una incuestionable notoriedad (esperada en algunos casos y sorprendente en otros) y talismán en el sentido de que esa notoriedad ha sido en todos los casos para bien (Jason Stanham es el heredero natural de Bruce Willis, Chris Evans es el guapo de moda, de Jessica Biel no hace falta hablar, Isla Fisher siempre está de secundaria dando la cara, a Laura Patton no le faltan oportunidades..).

Y lo cierto es que me alegro. La película se deja ver con gusto un par de veces gracias al carisma de muchos de sus protagonistas, a lo intenso de la historia y al inteligente montaje narrativo que nos ofrece Hunter Richards, jugando vistosamente con el tiempo y el espacio sin aspavientos, simplemente como forma de hacer más amenos y comprensibles los entresijos de una interesante y extrema relación de pareja, en lugar de convertirlo en un juego mental de “idolatremos el ingenio del director y sus pajas mentales”.

De este modo, como quien no quiere la cosa, con distintos maestros de ceremonias, asistimos en poco más de una hora al pasado, al presente y a un poco del futuro de la relación entre Jessica Biel y Chris Evans y nos queda claro el quién, el cómo, el cuándo y el por qué. Meridianamente claro. O sea, lo que se dice contar una historia como Dios manda. Ambientada en un universo interesante (los pijos retoños de la alta sociedad de LA) y rellenando con historias secundarias allá donde la principal flojea, “London, Oscura obsesión” mantiene razonable y constante una tasa de atención durante todo su metraje, sin apenas altibajos, empalizando en todo momento con uno o varios de los protagonistas (y de los secundarios).

Buena y honesta, sorprende el buen resultado para lo poco que parece. Acostumbrados a películas que luchan en todo momento por parecer más de lo que son, en este caso es todo lo contrario.
OsitoF
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