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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
6
Cine negro. Drama. Intriga Tras caer su auto a un río, las autoridades buscan infructuosamente el cadáver de Deborah Chandler Clark (Ida Lupino)... pero, ella -que ha sobrevivido- va a contarnos lo acontecido el día de su boda y su larga fuga para impedir que su marido, Selden Clark (Stephen McNally), la saque del camino para quedarse con la empresa de su padre. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que ver lo mucho que sufre Ida Lupino en este melo noir del blacklisted Michael Gordon, cuando todavía rodaba películas interesantes y antes de dar con sus huesos en el trullo por rojo y exiliarse a Australia (literalmente). Lupino sufre de lo lindo a manos de su torvo marido Selden Clark (McNally), un individuo que te lo encuentras por la noche y sales pitando en dirección contraria. El tipejo ya se ha librado de su suegro de manera expeditiva y pretende acabar con ella nada más empezar la luna de miel, sin más trámites. Nuestra heroína se libra por los pelos, pero cae en los brazos de un galán más tonto que hecho de encargo, que la devuelve a su marido creyendo que está loca. Todo se arregla al final, claro está, en la mejor escena de la película, rodada en el interior de una fábrica con una medida iluminación nocturna del gran William Daniels. Dicen las crónicas que Lupino y Duff se lo pasaron tan bien que se casaron nada más terminar la película. Menos mal, porque el galán previsto al principio era Ronald Reagan, el cual, como furibundo fascista, se negó a actuar con la progresista Lupino, haciéndonos un favor a todos de paso (Duff consigue mover algún músculo facial de vez en cuando, tampoco es para tirar cohetes). Más melo que noir, pero agradable de ver.
Eduardo
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