He aquí una película ideal para los odiadores del cine "oh-so-british": espléndida fotografía y ambientación; una cámara elegante y siempre en su sitio; planificación mesurada y cautelosamente estudiada; plasmación del ambiente de una universidad importante, con sus luchas intestinas, envidias, puñaladas traperas, lo viejo contra lo nuevo, la Inglaterra del Brexit versus la Inglaterra abierta al mundo; una biografía de un genio fallecido prematuramente, que arrasó con sus teorías contra viento y marea; y una serie de interpretaciones apabullantes, que acaban de redondear una cinta correctísima pero nada rompedora.
La historia de Ramanujan, un visionario con un don especial para las matemáticas, que logró su sueño de abandonar la ciudad de la India donde había nacido para ir a desarrollar y presentar sus teorías en el Trinity College de Cambridge, con la ayuda inapreciable del profesor Hardy. No sólo tendrá que afrontar el desdén y la indiferencia de los catedráticos, sino también su racismo acendrado. La enfermedad le roerá por dentro, pero nada podrá detenerle. Volverá a su país tras haber triunfado, pero la tuberculosis se lo llevará a los 32 años. Un genuino biopic sin excesivas concesiones a la sacarina o la hagiografía, que cuenta con una excelentísima interpretación del gran Jeremy Irons, nuestro inolvidable Charles Ryder de Retorno a Brideshead, y de Toby Jones, este actor de figura menuda y gigantesco talento. Hasta el insufrible Dev Patel está correcto en su encarnación de Ramanujan.
En suma, una película no apta para los amantes del pimpampum, la fotografía frenética y los efectos especiales. Recomendable para gente sensible y abierta a penetrar en mundos desconocidos como el de las altas matemáticas.