Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
5
Terror Trish Jenner (Gina Philips) y su hermano menor Derry (Justin Long) cruzan los Estados Unidos en coche, en un viaje largo y aburrido cuya monotonía sólo se rompe por sus continuas discusiones. De pronto, en mitad de ninguna parte, descubren una iglesia abandonada cuyo tejado está cubierto por una espesa bandada de cuervos y ven como un misterioso personaje arroja un bulto al interior de una gran boca del alcantarillado. A partir de ese ... [+]
13 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo que no se le puede negar a esta historia, es su acertada construcción de un icono terrorífico.
En breves vistazos, y en confesiones discretas, más que directamente, vamos conociendo a un monstruo que poco a poco irá haciendo notar su presencia.

'Jeepers Creepers' podría ser como cualquier otra historia de terror.
Pero pronto queda claro que no lo es: los adolescentes descerebrados son sustituidos poniendo a un hermano y hermana (quitando el sexo fácil de la ecuación, haciendo la dinámica de ambos más interesante), mientras que más que sustos lo que hay son gratos escalofríos.
Se elimina el clásico personaje gracioso, la clásica guarrilla, los clásicos subidones de volumen... en su lugar solo hay una agradable tonadilla del siglo pasado como premonición de que algo desconocido se acerca, casi como una burla a la forma actual de representar el terror, dejando claro que puede venir de algo tan sencillo como una estrofa pronunciada alegremente.

La criatura en cuestión es algo muy curioso, pues se tiran tantas cualidades cruzadas sobre ella para que pueda ser cualquier cosa: es inútil no tener la sensación de que se piensa en el ahorro de presupuesto al decir que "se hace pasar por humano", pero eso no hace más que añadir originalidad a su concepción al permitirle lucir una figura parecida a un siniestro vaquero autoestopista.
Vamos conociendo sus habilidades y rasgos, pero nunca nos quedan del todo claros, porque cuando creemos que los sabemos de repente surge otra que no conocíamos: la cara de horror del protagonista es genuina, tanto como nuestra cara de asombro al darnos cuenta de que esto no es algo que hayamos visto antes. Junto a eso, las declaraciones de una vieja que se presume loca, presagiando un demonio como nunca lo hemos visto, consiguen una impresión duradera, que se traslada a todas sus apariciones.
Lo que podría haber sido "otro" terror se transforma en "el" terror, porque temeremos más lo que no sabemos cómo se comporta o qué reglas sigue, lo podría estar trepando por la pared como acechando en la oscuridad de la carretera.

Una iglesia abandonada en medio de la nada le sirve de guarida, pero a la vez de arraigo en nuestra memoria, al ser la típica ambientación que verías a la salida de cualquier pueblo de mala muerte.
Así, el monstruo pasa no solo a tener personalidad sino a tener incorporeidad: su Capilla Sixtina de los horrores, hecha de los cuerpos y los huesos de los desafortunados que caen en sus manos, podría estar bajo cualquier lugar, con su mugriento e infernal camión a punto de embestirnos por sorpresa.
Los hermanos, acosados, se encuentran también con muestras de incredulidad por parte de los lugareños, dejando una sutil lectura de que podría no haber criatura alguna, por mucho que juremos haberla visto.

No hay susto, y sí más bien escalofrío, pues, como todos los grandes Males, el Jeepers Creepers se ha ganado el derecho de ser un relato demasiado increíble para que nadie lo tome por cierto.
Y en su certeza de existencia, pese a que la lógica dicte que no existe, está la última puntada de configuración de un icono.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow