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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
5
Terror. Intriga Después de que un equipo de cirujanos acabara con la vida de su esposa en una chapucera intervención quirúrgica, el doctor Phibes (Vincent Price), un diabólico personaje, asesina a algunos de ellos utilizando terribles métodos extraídos de textos antiguos. Un detective de Scotland Yard (Peter Jeffrey) le sigue la pista con la ayuda del doctor Vesalius (Joseph Cotten), el jefe del equipo médico que operó a la mujer de Phibes. (FILMAFFINITY)  [+]
13 de octubre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahí queda esta metáfora en el título de mi texto, una alfombra roja por la sangre que llega a derramar Vincent Price, el protagonista absoluto y eje narrativo de la película, asesino en serie, catedrático en música y con un doctorado cum laude en las malas artes de la venganza. Al pobre hombre le jugaron una mala pasada un equipo de médicos y va a por ellos desde el primer minuto, uno detrás de otro y de las formas más originales se los procura cargar a todos. La película arranca con una intención de lo más original para la época. Robert Fuest a partir de ahí crea una trama alrededor del mudo doctor Phibes, porque ese es otro de sus rasgos, sorprendente, ya que hablar, lo que es hablar por su boquita, ni una palabra.

Si dijera que me acabó convenciendo es por Price, por su presencia siempre abrumadora, aunque hable por un gramófono realmente (tal cual suena de mal, así es...), y si dijera lo que es, que entretiene porque es una curiosidad pero falla por todos lados, es por un sinfín de cosas que no acaban funcionando. No voy a entrar en el abanico de muertes propuestas, unas más ridículas que otras, la mayoría con unas víctimas de lo más dóciles, son cosas que entran dentro de la ficción y debemos ser capaces de asumirlas por el bien de la película. Lo que no cuadra es ese humor de la policía, humor inglés si se quiere, pero resulta que van detrás de un asesino altamente cualificado y que siempre va varios pasos por delante, de manera que, y ahora voy a por lo peor, mezclarlo con una estética absurda no da muy buen resultado. Ese órgano que suena constantemente, los muñecos hinchados en la morada del doctor y las pelucas de la chica que la acompaña no ayudan a digerir bien la película.

Así que es original en su planteamiento pero chirrían demasiadas cosas cuando enfocamos la trama a escala menor y la estética que le acompaña es para bajar la mirada de pura vergüenza ajena.
Luisito
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