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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Comedia Hace veinte años que el tímido Henry Holland (Alec Guinness) se encarga de supervisar el traslado de los cargamentos de oro del banco inglés en el que trabaja; pero llega un momento en que, harto de su gris y anodina vida, idea un ingenioso plan para llevar a cabo un espectacular robo en el banco: se trata de trasladar el oro de Inglaterra a Francia en forma de souvenirs de la Torre Eiffel. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2013
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para entender lo que significa hacer humor con seriedad sólo tenemos que fijarnos en las comedias británicas, en las que su personalidad hecha a base de bombín y tazas de té dan como resultado el conocido carácter que los hace diferentes. "Oro en barras" corresponde a este tipo de humor, se alinea con la comedia británica clásica y cuenta para ello con un Alec Guinness estandarte de una etiqueta tan digna. Su personaje es clave, a través de él veremos cómo un hombre serio y formal, presumiblemente honesto desde la suela de sus zapatos, hasta las cejas, es capaz de meterse en una aventura semejante. Tan incuestionable es su honorabilidad que sus jefes verbalizan abiertamente en relación a su carácter. Pero no, ese hombre esconde un criminal dentro suyo, sin violencia, sin saña, lo que él quiere es ser rico, millonario, vivir a tope la vida y alejarse del anquilosamiento vital que lo mantiene clavado a una existencia que quiere cambiar...

Lo tiene todo en sus manos, ese oro en barras, y para meterle mano idea un plan que hace necesaria su asociación con la crème de la crème, unos cómplices que elevan más la calidad de la categoría del robo. Si en la planificación se intuían problemas, la ejecución resulta portentosa, con guiños y guiños de ese humor serio y con mi boca abierta como espectador ante el espectáculo que he visto. Alec Guinness está sublime y el plan había resultado efectivo, hasta que aparecen esas niñas con sus recuerdos de París y todo se tuerce, el rizo se riza, el ritmo se eleva hasta las alturas, los coches de policía se confunden, que si el bombín, una persecución meritoria en plena ciudad y un despiste final, el de colarse en el metro y acabar enmanillado...

Una historia que todos soñamos para nosotros, dar un gran golpe y retirarse a la buena vida. Lo que hace nuestro protagonista es algo que todos haríamos si encontráramos el modo seguro, él lo hace y gracias a ello podemos contar con una comedia apta para cualquier espectador, recomendable para pasar un buen rato, con el caro cine que se hacía antes, repleto de buenas ideas y con una puesta en escena ejemplar.
Luisito
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