Por lo visto Harold Lloyd pasó a la historia del cine por su actuación en esta película, de la que ya han pasado casi 90 años de su realización. Se dice pronto, casi un siglo... No soy nada propenso a dar oportunidades al cine mudo, pienso que es una etapa que hay que tomarse más como histórica y sólo tras muchas insistencias me pongo delante. Quiero decir que "El hombre mosca" me ha sorprendido por tratarse de una comedia sanísima, ejemplarmente divertida, y si es tan buena no sólo es por lo que tiene en cuanto a escenas concretas una detrás de otra, sino por lo mucho que posee de crítica a la sociedad consumista, ciertamente es lamentable que su contenido en crítica subliminal sea tan actual.

Mi reverencia a un cine tan lejano nunca es porque sí. En esos años 20 pocas películas quedaban detrás, estaba todo por delante y esto que llamamos cine estaba dando sus primeros pasos. Por ello tiene más mérito películas como esta de Harold Lloyd, porque innovaron, inventaron y presentaron maneras de hacer cine con resultados tan brillantes que hoy mismo, un tío como yo que elude mirar tan atrás, sólo puedo reconocer que he flipado con las renombradas escenas del ascenso del edificio. Me he reído como se pudieron reír en aquella época con la avalancha de consumistas en el almacén, es fácil escribirlo pero cuando pienso en eso mismo, que seguramente me he reído igual que cualquier espectador hace 90 años, es cuando me doy cuenta de lo maravilloso que es el cine cuando está bien hecho. "El hombre mosca" tiene esa calidad imperecedera.