La cuestión del amor es una cuestión, cuanto menos, complicada. Todos soñamos con encontrar a ese alguien especial, a nuestra alma gemela, que nos tienda su mano y que nos salve de este mundo en ruinas y de esta vida de infortunios. Nuestros dos protagonistas, a pesar de ser rudos agentes de la CIA, sueñan también con algo así, y cansados el uno de la soledad y el otro de relaciones superficiales de una noche, conocen a la que podría ser la chica de sus sueños.
Desde el inicio de los tiempos, los hombres han luchado en nombre de sus mujeres, siendo el eterno femenino la principal razón de ser de la mayoría de nosotros, afanados en una búsqueda y competición continua contra el resto de nuestros semejantes. Solo el mejor se llevara a la mejor, por lo que debemos trabajar cada día para ser mejores y hacernos merecedores de su afecto.
Esta película, en resumidas cuentas, es una alegoría de una lucha que se remonta a hace miles de años, en la que los hombres pelearan por conseguir el preciado trofeo.