Es una gozada disfrutar del papelón que hace Woods en este onírico y perturbador filme, uno de sus mejores interpretaciones sin duda alguna en la cúspide de su carrera. Mención también especial para la "rubíta" Deborah Harry, que casualmente aquí tiene el pelo castaño, personaje bordado por la mítica cantante de Pop que por aquellos años debo confesar que no sabia ni quien era ni que su fama de sex simbol y Femme Fatale tambien se hubiera extendido al celuloide. Uno de los momentos mas increíbles del film es cuando la cabeza de un gordo presentador sale volando en mil cachos como un melón para mas diversión mía, que debo reconocer me pillo infraganti y nunca olvidaré las carcajadas, de lo mejorcito en la historia del cine de terror y que no me digan que se ha copiado a "scanners" porque me enfado. Esa cinta de video gomosa que se contorsiona y suspira como una chica excitada ante la atónita cara de un James Woods completamente flípado, uff, que momentos mas psicodélicos y mágicos fluyen de esta peli.