Cuando nos traen algo tan bien empaquetado, con tantos elogios, premios y demás, somos capaces de crearnos tales expectativas que finalmente desemboquen de forma negativa al ver finalmente lo tan esperado.
No voy a decir que éste haya sido mi caso, pero talvez tenga que decir que me haya quedado con cierto (no malo, pero tampoco grato al cien por cien) sabor de boca al acabar de verla y pensar: "aqui acaba la mejor película del año?"

Me explicaré. La película en si trata un tema que por naturaleza propia es tema de moda, y tema del día. Ang Lee, desde mi punto de vista, lo que hace es aprovechar la ocasión para mostrarnos una bella historia, cargada de matices, y absolutamente profunda y directa, que tiempo atrás no se podría haber permitido.
No porque vivamos en el siglo XXI se le resta mérito, ya que hay que ser sinceros: es una buena história, tratada con encanto, con esmero.. y eso nadie hasta la fecha se había atrevido a llevar al cine.


Los escenarios son bellos, el reparto altamente cualificado y el guión absorvente, sin trampas, directo a nuestro corazón. Y es que Brokeback Mountain, lejos de convertirse en la típica película llena de clichés sin sentido, donde todo pinta negro y al final se desvela por arte de magia creándonos la sensación de que acabamos de ver un peliculón, nos muestra talvez una de las historias de amor más bellas y conmovedoras de los últimos tiempos, con una humildad admirable y sin sacarnos una sola lagrima.

Ambientada en un mundo y una época donde las historias asi no podían tener más salida que la muerte, estos dos cowboys se ven atrapados en una novela de tintes dramáticos donde cada temeroso paso que dan parece ser en falso para su relación. Ang Lee nos muestra esto, aprovechando sus dotes como director, para dejarnos un vacío interior difícil de superar y creándonos una impotencia ajena que cuesta incluso de asimilar.

El trabajo de las actrices, sin excepción alguna, queda reflejado más en sus rostros, que en sus formidables diálogos. (la cara de una de las esposas tras ver el reencuentro entre los dos cowboys es memorable)
Por otra parte los dos protagonistas se defienden correctamente ante situaciones complicadas y emotivas, pero lo cierto es que aunque Heath Ledger y Jake Gillenhaal hacen un resentido esfuerzo por parecer cien por cien creíbles, en determinadas situaciones rezuma cierto aire heterosexual en el ambiente que cuesta de persuadir (en especial Heath Ledger).

La fama que la crítica le ha dado a esta película a hecho que talvez cambie un poco mi perspectiva tras haberla visto, pero eso no quita que sea consciente de que estamos hablando de una gran película, contada con sinceridad y que defiende uno de los valores más humanos que puedan existir: la dignidad.




MI VALORACIÓN: 9