Me he quedado de piedra cuando he llegado al final de este bodrio, sí, bodrio, elevado a la máxima potencia. Me encantó Flores Rotas, me fio de los críticos y visiono Paterson. Ni delicadeza, ni ternura ni nada. Ni argumento, ni interés en nada. Un auténtico bostezo profundo se te hace crónico pasada la primera hora de la película. Las poesías del tipo tienen de poesía lo que mi madre de Montserrat Caballé. Una auténtica tomadura de pelo. No se salva nada. Los actores malos. La fotografía mala. La música un truño. El guión inexistente. De hecho, las poesías son tan malas que producen muecas de indignación. De tomadura de pelo. El pobre Jarmusch ha resultado ser finalmente un bluff.