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España España · Córdoba
Voto de i42poloj:
7
Aventuras. Acción. Ciencia ficción El agente secreto James Bond recibe la orden de localizar la nave espacial Moonraker, que ha desaparecido misteriosamente. Sus primeras pesquisas lo llevan a seguir al millonario Hugo Drax, el constructor de la nave. Tras ser capturado por Drax, Bond descubre que el villano posee una base de lanzamiento de cohetes espaciales con los que se propone esparcir un gas tóxico que acabe con la vida terrestre, pero ésta no es más que la primera ... [+]
18 de enero de 2016
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Si no me fallan las cuentas, esta es la décima película de James Bond. ¿Y qué le quedaba por hacer o a qué sitio podría ir a estas alturas? Pues, con la moda de la ciencia ficción y el tremebundo éxito del episodio cuarto de la más famosa saga espacial, no se les ocurrió otra cosa que ponerle en órbita espacial.
De hecho, no faltan las referencias a “2001: Una odisea en el espacio” o “Encuentros en la tercera fase”, pero al final usan descaradamente pistolas de rayos sin cortarse un pelo.
La película es totalmente inverosímil, pero al mismo tiempo divertidísima. Aunque, si lo pensamos bien, ¿qué película de 007 es creíble o realista?
En general, se repiten los mismos esquemas que en toda la etapa Moore. Hay toques de humor blanco, el villano es típico (millonario con malvado plan, que trata a Bond con respeto y le cuenta todos sus planes hasta que llega la hora de intentar matarle) y sale también “Tiburón”. Este larguirucho e indestructible personaje sobra un poco, pues se supone que es un asesino despiadado y en vez de eso lo utilizan como elemento humorístico. Las escenas con la mujer de las trenzas son absolutamente patéticas, sinceramente, aunque por suerte esos momentos son muy escasos.
Otras localizaciones son Venecia y Río de Janeiro. Si James Bond se deja caer por la ciudad de los canales, inevitablemente tenemos una persecución con góndolas, que no está nada mal, pero que podría haber sido más larga o emocionante.
En Río tenemos una gran escena en el teleférico, pero que cuando la cámara se acerca se nota bastante el fondo de pantalla. Eso son gajes de ser una película de 1979.
El villano, interpretado por Michael Lonsdale, tiene uno de los planes más maquiavélicos vistos en la franquicia, y además su base de operaciones es espectacular. No falta el típico chino con mala leche a su servicio. Todo entra dentro de los cánones del universo Bond.
En donde la película se sale del parchís es con su último tramo, que como todo el mundo sabe transcurre en el espacio. Los efectos especiales de estas secuencias no están mal para su época, aunque vista casi cuarenta años después, en realidad sabe a poco la batalla final. Al menos los momentos de gravedad cero son creíbles. ¡Menos mal que Bond no sale con chaqueta en esas escenas!
La canción de Shirley Bassey es bonita, y los títulos de crédito, aún lejos de las obras de arte de los títulos más modernos de Bond, tampoco están nada mal.
En general, esta entrega es una de las más entretenidas de Roger Moore, y aunque tiene sus defectos, la mayoría debidos a que no ha envejecido nada bien, creo que cumple las expectativas de los seguidores de la franquicia. Eso sí, para el que no sea demasiado fan del agente secreto, seguramente le parecerá una chorrada.
Pongo algunos fallos en el “spoiler”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
i42poloj
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