El superfamoso escritor de Maine vende muchísimo, aunque su obra es tan enorme en cantidad que no todo lo que ha hecho ha sido siempre bueno.
Esta nueva serie se ambienta en el imaginario pueblo donde transcurrían algunas de sus novelas (“Cujo” y “La tienda”, entre otras). ¿Será una buena nueva producción televisiva o solo se quedará en una sucesión de guiños para los fans? Hay que ir con pies de plomo, porque ya “Haven” se vendía con la excusa del nombre de King, y luego no solamente no adaptaba absolutamente nada, sino que encima era bastante mala.
Veamos. Tras un misterioso prólogo, el primer episodio nos lleva de lleno a la cárcel de “Cadena perpetua”, pero parece claro desde el principio que la serie simplemente se inspira en una parte del rico mundo de este autor, pero sin llegar a ser una adaptación concreta de ninguna de sus novelas.
Es una mezcla de drama y misterio (que no de terror) que va a ritmo muy tranquilo. Sus capítulos son lentos y se nota que no tienen la más mínima prisa en ir al grano. De hecho, tras terminar de ver el piloto no he tenido muy claro de lo que va esto, aunque luego ya se va definiendo mejor el argumento, con un misterio en dos líneas temporales, algo que parece estar muy de moda en las series actuales desde “Perdidos”. ¿Será la mano de Abrams?
Pero como admirador de Stephen, la lentitud de la serie se me compensa con las infinitas referencias a su universo, así como una trama que me ha ido atrapando poco a poco, hasta quedar más o menos enganchado, con curiosidad por ver cómo se va a resolver todo esto. Sin embargo, veo muy posible que los no aficionados puedan llegar a aburrirse y elegir otras series con más dinamismo. En mi opinión, la cosa se empieza a poner verdaderamente interesante a partir del capítulo quinto.
En el reparto destacan más los secundarios que los principales. Tenemos a “Carrie”, al payaso de la nueva “It”, al calvo de “Perdidos” y a Scott Glenn, que siempre ha parecido viejo, pero aquí ya está directamente anciano.
También cabe señalar que tiene una muy buena fotografía.
En cuanto a los guiños, hay para dar y regalar. Tenemos desde apellidos de personajes a viejas historias del pueblo, mencionadas algunas veces muy de pasada pero que los seguidores de King conocemos perfectamente. También la cabecera del principio está montada con páginas y pasajes de algunos de sus más famosos libros. De todas formas, la serie no es ni mejor ni peor por esto.
Una cosa que no me ha gustado son ciertas idas de olla un tanto mal explicadas, como por ejemplo esa secuencia del juicio simulado por niños, o el planteamiento del séptimo episodio centrado en Ruth.
A mí la serie me ha convencido, eso sí, sin ser una revolución ni entrar en el podio de las mejores ni de lejos. Seguiré viéndola, pero no se la recomendaría a todo el mundo.