Crítica escrita tras ver la primera temporada.
Esta serie de Marvel y Netflix me dio una impresión muy equivocada en sus dos primeros capítulos. De hecho, tenía preparado un borrador de crítica en la que la ponía un poco verde, cosa que al final no se corresponde con mi opinión definitiva, ahora que he terminado de ver la primera temporada completa. Incluso pensé en dejar de verla, habida cuenta de la descomunal acumulación de series que habitualmente suelo tener y lo poquísimo que me estaba llamando la atención.
En ese borrador venía a decir, básicamente, que no sé qué demonios podía verle la gente a una serie de detectives más, que lo único que aportaría es la extraña personalidad de la protagonista y el buen trabajo de la actriz principal. Me dio la sensación de que no funcionaba ni como detectivesca ni tampoco si la consideramos de superhéroes. Me equivoqué. Había que darle un poquito de tiempo y avanzar un poco más, para poder apreciar que no es una serie al uso. Realmente no es la típica procedimental de resolución de casos. A ese tipo de producciones le tengo mucha manía, pues me parecen demasiado simples y aburridas con todo lo que hay para ver. Pero parece que, con el tiempo, esta chica tiene una buena historia que ofrecer.
Jessica no es una detective sosa como esos personajes que abundan en las historias televisivas de poco interés, porque tiene una personalidad complicadilla. Poco a poco vamos conociendo a esta chica bebedora, antisocial, solitaria y que parece que está peleada con el mundo. Todo parece que se debe a unos sucesos del pasado que iremos descubriendo muy poco a poco.
La encarna Krysten Ritter, la que era drogadicta y fumadora empedernida en “Breaking bad”. La actriz es buena (por cierto que se parece a Macarena Gómez pero muchísimo más guapa) y transmite a la perfección la peculiar manera de ser de su personaje.
A partir del final del segundo episodio ya empezamos a ver algo más propio de Marvel, como son los superpoderes. Aun así, esto no es como “Los vengadores” (a los que se hace referencia, por cierto). El enfoque es completamente distinto, estando mucho más cerca de “Daredevil”. Y es que Jessica se contiene muchísimo son sus dones, porque verdaderamente ella no quiere ser una heroína pública. Además, el argumento es más propio de un thriller que de otra cosa.
Conocemos también a Luke Cage, un camarero espabilado que se enrolla rápidamente con Jessica, pero que también tiene un importante secreto que ocultar y que seguramente irá dando mucho juego en el universo Marvel que estamos viendo últimamente en la televisión
El villano es un tal “Killgrave”, que tiene toda la cara del policía de “Broadchurch”. Su poder es bastante simple tal cual, pero muy eficaz para poder conseguir todo lo que quiere. Pica la curiosidad pensar cómo Jessica podrá llegar a vencer a este poderoso enemigo, algo en la que se centran los últimos episodios de la temporada y que hacen que la serie adquiera bastante más interés que al principio.
Con “Jessica Jones” he recordado algo muy importante en el mundo de las series. No hay que quedarse solo en el piloto aunque no te guste, pues te puedes encontrar un gran cambio en los siguientes episodios. Ya me pasó con “Alias”, una de las mejores series que he visto en mi vida. En ella no me di cuenta hasta el quinto episodio. Incluso con “Daredevil”, la percepción varió mucho, aunque en este caso el cambio se produjo en la segunda temporada. En resumen, que a no ser que los primeros episodios sean una basura muy clara, a veces conviene tener un poco de paciencia, porque puede darse el caso de que mejore, como pasa con esta chica.
A pesar de todo ello, no me parece que tenga una calidad descomunal. Simplemente es aceptable, aunque sí que está mucho mejor de lo que me estaba pareciendo al principio.
El desarrollo de los episodios es bastante lento desde un punto de vista general, para mi gusto. Solo toma un ritmo más frenético en la recta final, aunque creo que puede pasar como con “Daredevil” y que la segunda temporada esté bastante mejor.
La seguiré viendo por ahora.