Adaptación (y van unas cuantas) del caso del Asesino del Zodiaco que sobrecogió a las buenas gentes del norte de California en la década de los 60. Densa, cruda y bien ambientada, Zodiac es, por momentos, una lección de cine.

Hacía falta una buena película sobre este repelente asesino. David Fincher estuvo cerca de no dirigir Zodiac, ya que se pensó en él para La dalia negra, que finalmente cayó en las manos de Brian de Palma. Finalmente, el brillante director se encargó de hacer una película a la altura de la historia del asesino del Zodiaco. Fincher cuenta la historia con pausa y fuerza, dándole a los detalles la importancia que tienen. Consigue que se vea la parte humana de Robert Graysmith (Jake Gyllenhaal) y de David Toschi, poniéndonos varias escenas de su vida privada que, lejos de romper el ritmo narrativo, consiguen acercar al espectador, algo que muchos directores dejarían en el tintero para centrarse unicamente en el desarrollo policía-asesino.

Fincher parece entender el guion a la perfección. James Vanderbilt dio un golpe en la mesa para asegurarse de que su material no iba a ser modificado y se salió con la suya. Finalmente, compuso un guion oscuro e intenso, a la altura de la historia que quería contar. Si bien es cierto que modifica algunas cosas del caso real (que se cuenta en la novela del mencionado Robert Graysmith), lo hace en favor de un desarrollo más fluido, pues la realidad siempre supera a la ficción, incluso en incoherencias, y en el caso del asesino del Zodiaco las había a montones, con lo que el guion de Vanderbilt es muy bueno teniendo en cuenta que debe acercar la historia al espectador sin que este se aburra. Es por eso por lo que digo que Fincher lo entiende a la perfección, pues los dos van de la mano respetando el caso original en un porcentaje alto, sí, pero también haciendo cine, que es de lo que se trata.