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España España · Alcalá De Guadaíra - SEVILLA
Voto de HEIFER:
8
Comedia Un humilde barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la Primera Guerra Mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada, y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de ... [+]
21 de septiembre de 2007
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clásico entre los clásicos; sátira entre las sátiras, esta película de Chaplin es una de sus obras más conocidas y sin duda una de las referencias ineludibles a la hora de hablar de buen cine.

El Gran Dictador suponía la primera película sonora para Chaplin, y la aprovechó para hacer una mordaz caricatura de las dos grandes dictaduras fascistas que amenazaban al mundo en ese mismo año en plena Segunda Guerra Mundial; la de Hitler y la de Mussolini. Para ello usa sus armas de siempre; sus ya clásicos gags visuales, y esa galería de personajes llenos de candidez y de inocencia, aunque también con su punto de pícaros, ya sabéis ¿no?... Pero en medio de esos personajes tan típicos de su carrera, surgen en la cinta los (para mí), claros pilares de esta historia, las figuras de Hinkel (el tirano gobernador de Tomania y clarísimo alter ego satírico de Hitler) y Benzino Napaloni (sátira de Mussolini). En torno a estos dos personajes girará una tremenda comedia con contenidos sociales y políticos, repleta de momentos inolvidables.

Perdurarán en la memoria escenas como la del baile de Hynkel con el globo terráqueo en sus manos, o el corte de navaja del barbero judío al compás de Brahms, o la de las sillas de la barbería de Hynkel; pero sobre todo, y personalmente, me quedo con los tremendos discursos en los que Chaplin nos brinda una delirante caricatura de Adolf Hitler; ente sus locos gestos, su voz, y la irónica traducción que se hace de lo que se supone que dice, disfruté como un enano.

Como contrapunto tengo que decir que al final cae en un discurso sobre la democracia y la libertad algo inocentón, tremendamente utópico y bastante cándido que para nada nos hace falta; pues la precisa sátira que Chaplin nos dibuja en las escenas anteriores ya habla por sí misma del asunto. Y nunca un discurso me resultó tan divertido....

Poco más; la valoro con un ocho que quizá hubiese sido un nueve sin un final tan almibarado como el que ya he comentado, y porque a mi parecer su metraje también se extiende un poco innecesariamente. Aún así, la considero grande entre las grandes; no lo duden, el día que tengan la oportunidad de verla, siéntense y disfrútenla.

-"El señor Hynkel dice que para con las demás naciones solo tiene amor en su corazón ...."- ; Casi nada...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
HEIFER
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