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España España · Madrid
Voto de kikujiro:
4
6,2
81 306
Animación. Comedia. Aventuras El aspirante a campeón de carreras Rayo McQueen parece que está a punto de conseguir el éxito, la fama y todo lo que había soñado, hasta que por error toma un desvío inesperado en la polvorienta y solitaria Ruta 66. Su actitud arrogante se desvanece cuando llega a una pequeña comunidad olvidada que le enseña las cosas importantes de la vida que había olvidado. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2006
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Cars" es la demostración de que John Lasseter es humano. Uno se imaginaba al director de "Toy Story" como un Dios, en su Reino de los Cielos de la animación, llamado Pixar, y rodeado de todos sus angelitos. Y todos ellos haciendo magníficas películas hasta el infinito y más allá.

Pero no, Lasseter no es un Dios, y también es capaz de hacer mediocridades como esta aventura motorizada. Las señas de identidad de Pixar han saltado por los aires: frescura, inteligencia, originalidad, personajes, guión, ritmo, diversión...todo eso, y más, echamos de menos en la última producción de la factoría.

Y es que "Cars" se parece demasiado a otras películas de estudios de animación (“Robots”, “El espantatiburones”, “Vecinos invasores”...). Y se parece en su falta de audacia, de chispa y de inventiva.

El guión, flojísimo. Desde el principio, sabemos lo que vamos a ver, porque ya lo hemos visto miles de veces. Y Lasseter no se preocupa por hacer ninguna innovación. Es más, es capaz de calzarnos una historia de amor tan falta de interés como tópica. Una de esas que tan sabiamente habían evitado hasta ahora (en las obras anteriores se reducen a pequeñas pinceladas, como la pastorcilla y Woody, o las hormigas de "Bichos"). ¿Y la risa? Como mucho, uno esboza contadas sonrisas a lo largo de sus interminables casi dos horas, sólo en los títulos de créditos (ahí siguen siendo unos genios) nos hacen reír de verdad. Y para rematar la faena, todo ello en un marco que enfatiza en exceso su mensaje del gusto por lo antiguo y la reivindicación de los pueblos tradicionales, algo que huele un poquito a rancio.

Los personajes, mediocres. Salvo algún secundario simpático, lo demás es bastante plano. Del protagonista, mejor no hablamos, ese típico personajillo engreído que descubre el valor de la amistad. El amigo que le acompaña no tiene el carisma suficiente, la novia es un personaje de lo más anodino...¿dónde quedaron Buzz Lightyear, los componentes del circo de “Bichos”, Boo, Dory o Mr. Increíble? A cambio de eso, nos traen a personajes que podían estar escritos por alguno de los que hicieron Madagascar o cualquier peliculilla similar. Por desgracia, no es que los competidores de Pixar no hayan aprendido ni un ápice del saber hacer de estos, pareciera que Pixar se contagie de la mediocridad de sus competidores (aunque tampoco hay que ser alarmistas, confiemos en que esto será sólo un bache).

Bajón tremendo, y es que nos tenían muy mal acostumbrados. Yo, de la proyección, me quedo con tres cosas. El trailer de “Ratatouille” (el futuro es esperanzador), el magnífico corto “El hombre orquesta” (se siguen haciendo pequeñas maravillas) y los títulos de créditos (divertidísimos). El resto, olvidable. Eso sí, no voy a ser yo el que discuta el prodigio técnico en el que se sustenta. Es obligado reconocerlo, pero Pixar siempre había utilizado esa excelencia técnica para enriquecer los guiones más inteligentes de la animación (y del cine en general) USA...hasta ahora.
kikujiro
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