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Voto de Sabino (Diari Menorca):
7
Fantástico. Acción. Aventuras Peter Parker lleva una vida muy ocupada, compaginando su tiempo entre su papel como Spider-Man, acabando con los malos, y en el instituto con la persona a la que quiere, Gwen. Peter no ve el momento de graduarse. No ha olvidado la promesa que le hizo al padre de Gwen de protegerla, manteniéndose lejos de ella, pero es una promesa que simplemente no puede cumplir. Las cosas cambiarán para Peter cuando aparece un nuevo villano, Electro, y ... [+]
26 de abril de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las identidades secretas de los superhéroes...Los hombres tras las máscaras... De todos ellos, Peter Parker es el más querido y el que despierta sentimientos más cercanos en el seguidor del cómic, of course, y eso lo sabe a la perfección el realizador Marc Webb, responsable de ‘The Amazing Spiderman’ (2012) y de esta continuación ‘The Amazing Spiderman 2: El Poder de Electro’ (‘TAS 2: Rise of Electro’, 2014)… Webb, para distanciarse del agotamiento en el que cayó la trilogía anterior dirigida por Sam Raimi, sigue profundizando en el carácter tontorrón y adolescente de Parker (Andrew Garfield, siempre superguai), con los conflictos de identidad (y hormonas) que ello conlleva… La relación con su tía May (Sally Field), el turbio pasado de sus desaparecidos padres y, sobre todo, el precioso amor que siente por Gwen Stacy (magnífica de nuevo Emma Stone) prevalecen a la ambiciosa pirotecnia que exigen los villanos de turno: Electro (Jamie Foxx), el Duende Verde (Dane DeHaan) y el Rhino (Paul Giamatti)…Y es que tanto malo no es bueno; ya se sabe, tres son multitud… Y más para el pobre Spidey…
(+) La pareja Garfield-Stone y el extraordinario Harry Osborn de DeHaan…
(-) La sensación de acumulación (de villanos, de intereses románticos, de defectos y vulnerabilidades del héroe, de pasados oscuros…), a pesar de disponer de tanto metraje (142 minutazos)

Herman Mankiewicz, guionista de ‘Citizen Kane’ (Orson Welles, 1940) y hermanísimo de Joseph Leo, ya lo sentenció en 1937: “En una novela, el héroe puede follar con diez chicas y al final casarse con una virgen. En un film esto no está permitido, tanto el héroe como la heroína han de ser vírgenes. El villano, no obstante, puede follarse a quien le apetezca, pasárselo tan bien como le dé la gana y hacerse rico engañando y traicionando a todo el mundo… Pero al final tienes que matarle”… Ante la imposibilidad de que Hollywood reflejase libremente la maldad, se echó mano a los malvados de los cómics. Los malos de papel, al vestirse de celuloide, se les enmascaraba deliberadamente con humor e ironía sus perversidades o felonías. Un malo de cómic en la viñeta quedaba hasta en un segundo plano, pues se le trazaba con cuatro garabatos que impedían que trascendiese su auténtica perversidad, pero al cobrar dimensión cinematográfica, éste brillaba con luz propia y arrasaba hasta en el más minúsculo rincón del fotograma… En estos casos fílmicos, los villanos resultan mucho más interesantes y atractivos que los buenos, insípidos y planos por su intachable moral superheroica… El inocente Superman no tiene nada que hacer en un pulso con el maquiavélico Lex Luthor y Batman se ve como el tonto del pueblo ante el cachondo e imaginativo Joker… Pero el caso de Spiderman es harina de otro costal…
En la anterior ‘The Amazing Spiderman’ (2012), el realizador ‘indie’ Marc Webb iniciaba el ‘reboot’ del personaje con el Lagarto como villano de la función; Curt Connors (Rhys Ifans) se convertía involuntariamente en un monstro irreflexivo y de múltiples capas personales, morales y científicas, pero el malo importaba poco esta vez, pues Webb apostaba claramente por la perspectiva adolescente del héroe interior, preocupado por evidenciar un cambio radical hacia las anteriores películas de Sam Raimi…El agotamiento de éstas quedó totalmente al descubierto en la tercera entrega ‘Spiderman 3’ (2007) y en su sobreexposición del personaje a multitud de subtramas inconexas y villanos algo desafortunados… Resulta extraño pues, que en esta inmediata secuela, ‘The Amazing Spiderman 2: El Poder de Electro’ (2014), a la hora de plantear la contrapartida antagonista obligada de nuestro arácnido favorito, Webb haya caído en las mismas redes defectuosas que hicieron caer a su predecesor: catarata multirreferencial de tramas y personajes secundarios, con triple ración de malos (y un par más de ellos desfilando de puntillas, ofreciéndose a futuras entregas) y cierta necesidad de ofrecer un espectáculo visual mejor que lo visto anteriormente…
Para bien o para mal, el tremendo metraje del film, la sobrecarga de enemigos y sus excesos lastran la frescura con la que Marc Webb irrumpió en el universo de Spiderman, pero lo cierto es que esta es la película que más se acerca al cómic de todas las anteriores… La fisicidad ligera del trepamuros se palpa en todas las escenas de acción, todas ellas vigorosas y extraordinariamente ágiles; la configuración de los personajes sigue primando por encima del diseño de producción visual y la delicadeza con la que Webb trata la hermosa relación entre Spiderman/Peter Parker y Gwen Stacy, confirman la personalidad propia que ha adquirido la renovada franquicia arácnida… No importa que haya tantos villanos de turno que parece que se tengan que ponerse en fila para atizar al pobre Spidey… Al final los malos muerden el polvo, como nos recordaba Mankiewicz, y muere quien debe morir… Con esto no digo nada… Y lo digo todo…
Sabino (Diari Menorca)
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