Se me hace dificil expresar con palabras el cúmulo de sentimientos y sensaciones que esta película consiguió arrancar de mi interior. Si bien ya anteriormente había oido hablar de ella y de las muchas escenas desagradables, escatológicas y de supuesto mal gusto que ésta contiene, no sabía que me iba a encontrar realmente al ver el film. Después de haberla visto he de reconocer que ciertamente es así, pero el recuerdo que conservo indeleble en mi memoria es de una inmensa gratitud por haber podido disfrutar de esta obra poética ante todo, que realmente nos hace reflexionar sobre nuestra miserable existencia.

Léolo es un ser excepcional, un niño con un don especial para la poesía y la ensoñación que vive en un mundo que no le corresponde y no le acompaña, sumido en la deprimente mediocridad de su entorno social y familiar, no tiene otra forma de evasión que su portentosa imaginación y sus sueños le transportan a ese universo personal que le hacen escaparse de su cruda y desesperante vida.

Mediante la lectura del único libro que posee, sus sueños y su amada vecina Bianca, Léolo consigue escaparse de su rutinaria vida y con su visión poética de la vida hace que la esperanza crezca en su interior, esperanza que no debe perder nunca si es capaz de soñar, porque como se repite Léolo a si mismo, "Porque sueño, no lo estoy...". Soñar es una forma de no caer en la locura que ya ha hecho presa en su familia y que él trata de evitar desesperadamente, y ese es su mayor miedo, caer en la locura que le impediría soñar... y dejar de sentirse vivo.

En "Léolo" vemos cómo el miedo interior, el sentimiento de soledad, la falta de inquietudes, e incluso la familia y nuestro entorno, a veces nos atenazan y nos impiden conseguir por nosotros mismos aquello que realmente deseamos.

Una película que todos deberíamos ver y apreciar más allá de la fealdad y suciedad que en ella aparecen, pues sin ellas nada de lo que se intenta transmitir, tendría su verdadero valor.

Soñemos y dejemos volar a nuestra imaginación, como Léolo, para encontrar lo que realmente somos en nuestro interior.