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Voto de José (FullPush):
8
Comedia David Shayne es un autor teatral fracasado que, por fin, consigue financiación para una de sus obras. Pero a cambio tiene que aceptar una condición: darle un papel secundario a Olive, la incompetente novia del productor, el gángster Nick Valenti. Olive acude a los ensayos acompañada de su guardaespaldas Cheek, que, lejos de limitarse a vigilarla, se permite sugerir cambios para mejorar la obra. A fuerza de ceder a los consejos de Cheek, ... [+]
16 de junio de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser o no ser, Jennifer, coño, que la frase no es tan difícil. ¿No lo ves? Ah, claro, que eras Olive y lo tuyo no es el almacenaje de materia gris. Pero mira, hasta tú tienes un punto adorable. ¿A quién habré de dar las gracias? Pues a Allen, que entrega aquí un ejercicio de humildad camuflada bajo capas y capas de referencias intelectualoides que a mí plin y no hacen sino evidenciar al hombre tras la máscara de artista, tanto da si suya o pegoteada por algún magnate de la crítica o la mitomanía. Qué inseguro es en realidad nuestro judío con gafas favorito, ahora van a ser verdad tantos ataques y achaques de fobias para las que no tenemos nombre siquiera y resumimos con una seca "hipocondría". Deliciosa palabra esta cuando viene a resumir la existencia de cualquiera: somos lo que somos a pesar nuestro y con orgullo, quien nos quiera tendrá que despojarse y despojarnos de chorradas, ¿eh, Cusack? Qué final más maravilloso. Por simple en su trasfondo y complejo en la puesta en escena y la verborrea rodeándolo, cómo nos gusta sonar bien... cómo nos gusta oírnos.

Dianne Wiest lo sabe. Su personaje es implacablemente odioso, sí, pero entrañable de nuevo. Como entrañable es ese mafioso con dotes de artista reprimido y que acaba cayendo ante las garras mismas de su don y de su obra, a la manera de los románticos y los ilusos, no sé si valientes, ¿dirías que valientes? Pues hay que echarle huevos, sí, pero yo siempre fui un aspirante a la vida sencilla. Mediocre es una palabra que no me asusta lo más mínimo. Quisiera ser feliz con poco, despreocuparme de este párrafo que no me coge forma y remonta de una vez el vuelo, de aquella coma en lugar inapropiado que se carga el ritmo y termina por cargarse la fluidez de mi discurso, si es que tengo algo que decir. ¿Y quién no lo tiene? A mí el nombre de Broadway no me dice nada: Murcia, caballero. Y si tengo que elegir entre ser hombre o ser artista me quedo con lo mío, que sería no entender ni tener prisa por hacerlo*. Ser o no ser, José, coño... a ver si al final va a ser verdad que era jodido.

Deliciosa, entretenidísima, tremendamente simpática y carismática, detallista, avispada y reveladora obra maestra (si lo quieren). La nota es lo de menos. He disfrutado como un ganso.

*No, yo tampoco soy artista. Pero eh, que lluevan balas si es preciso.
José (FullPush)
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