La primera vez que vie esta película me encanto, y la volvi a ver varias veces, hoy aunque no me genera tanto entucisamo, comprendo los motivos por los que me gustaba.
Primero la ireccion Zameckis sobre todo en la primera mitad de la película realiza una dirección sútil pero inmejorable, crea tensión de la nada, y todos los (engaños) del principio, sumarle el talento de Pfeiffer, y Ford en un papel atípico en el.
Lástima que la forma en la que se desarolla la segunda parte, es mediocre por decir poco, todo el marco sobrenatural, arruina los logros, sumado al abuso de la tegnología digital, que por momentos parece que estuvieras viendo Shek.