La historia podría haber sido interesante si no se hubieran centrado solo en hacer lucir a la protagonista.
La premisa daba bastante juego, un pueblo minero decadente, lleno de white trash, donde los que no se fueron se dedican al narcomenudeo, gente empobrecida, resentida, que se vuelve sórdida y delincuente. También como aparece el FBI e intenta pescar en río revuelto. Lo malo es que como ya dije prefieren que el peso lo tenga la protagonista femenina, es una película para el lucimiento de Emilia Clarke, de hecho hasta Jack Huston el otro personaje igual de importante que ella, o luce ni de casualidad siendo que el tipo es buen actor pero acá está mediocre y tieso.
La verdad que no logra funcionar ni como drama rural, ni social, ni como un estudio sociológico sobre zonas empobrecidas, ni como thriller, ni como historia de amour fuo, todo se queda a medias y se anulan entre si. Además la película se hace pesada y dura más de lo necesario. Su tratamiento narrativo no pasa del de una de esas hechas para la televisón basadas en hechos reales, solo que con más presupuesto y escenas más fuertes de sexo y violencia, en ambas hay cierto regodeo, sobre todo en las de violencia.
En el único apartado que consigue lo que se propone es en destacar a Emilia Clarke, ella si está muy bien en este personaje de una mujer rota, necesitada de amor, afecto y contención que siempre ha sido y se ha dejado usar, obsesiva, ordinaria, agresiva, pero también tremendamente auto-destructiva y en cierta forma inocente bordando lo estúpida.
Otra cosa también positiva son las interpretaciones de Thora Birch y Johnny Knoxville.