Eric Cantona era un futbolista diferente y a partir de ahora su recopilatorio de goles también lo es, el "7" que siempre sacaba el pecho y se alzaba el cuello ha llamado al director del cine social británico y han llegado a un acuerdo, Loach pone el drama basado en un desastroso admirador y en cuanto aparece Cantona le va enseñando todo lo que hacía el galo en el terreno de juego para que lo lleve a cabo en la calle, en la vida, para vencer al pasado primero y al presente después... y el acuerdo se firma de manera total al grabar un final al gusto de los dos, bueno más bien de Cantona.

La cinta tiene poco que ver con que el fútbol sea la única válvula de escape para determinadas personas, de hecho no es una cinta sobre el deporte, es el traslado de la autodeterminación de un futbolista en milésimas de segundo a la autoayuda de un perdedor durante años... no es que sea filosóficamente una pieza maestra, es una simple historia de superación en la actualidad, con buenos detalles sobre la amistad y con una sorprendente resolución llamada "Operación Cantona"...