Esta película podría haber sido algo más sino llega a quedarse en la superficie de... la nada. Fernando Tejero surge de actor para este tipo de papeles de hombre desastrado: portero listillo de un portal o infausto portero de reserva en el fútbol, hombre sin ningún tipo de valores que aprovecha cualquier oportunidad para tratar de trajinarse a la muchacha que le gusta, que lo mismo podía ser su hermana. Si eso es gracioso...

Es así de penoso. El tema es si ese tipo nos lo quieren presentar según cómo es, o si ese es para el realizador de la película el tipo de personaje idóneo para protagonista en el cine de humor español.

Funciona en momentos por lo que a ratos no se hace aburrida, mantiene cierto dinamismo pero insisto, ¿por qué no intentar crear una película con más clase? Por ejemplo: la relación de la hermana del portero con el novio moro es decadente, la parte que sobra del argumento para seguir con él como pareja es un insulto al buen gusto del espectador, hay otras maneras.