Nos encontramos con Louis Bloom en un momento de su azarosa vida en Los Ángeles. No necesitas saber nada de su pasado porque en 5 minutos lo has conocido. Te darás cuenta que muy pocos serían capaces de seguir su ritmo de acción.

Esta película tiene el mérito que crea un personaje extraordinario de innumerables matices. No sé si podrás odiarlo más que admirarlo. Es increíble cómo te adentras en su ser, cómo vas aprendiendo según va captando información. La película hace que aparezca una asociación entre él y tú como espectador con la que vas adquiriendo conceptos al mismo tiempo que él los está aprendiendo. Absorbes la información con interés y procesas el entorno sin perder detalle. Así es que el film capta tu atención más allá que por una curiosidad, por una necesidad de entendimiento.

Rene Russo en un trabajo excepcional, amargo, duro, un hombre mucho más joven la apremia desde un escalafón muy inferior, es una mujer atormentada por el sistema empresarial. Está a punto que le cumpla el contrato y necesita resultados. El sistema es tiránico en el ámbito de dirección. Lou quiere llegar ahí, quiere el triunfo personal dentro del sistema.

Lou en absoluto es un personaje plano. Es un personaje de contención, de superación y de eliminación de sentimentalismo. Resultados. Optimismo… Continuamente se controla, pero estalla ante el espejo y cuando contempla su trabajo resopla asustado por las escenas conseguidas.

Es un personaje que absorbe toda la mecánica que anda escondida en la sociedad para que aquel que tenga redaños, se haga con ella y la aproveche. Son opciones que ahí están en las que pocos se adentran. Lou es un camaleón que se confunde en el entorno, lo asimila y se aprovecha. A parte del terrible hecho de llegar al triunfo personal a costa de ir quitándose de en medio a quien haga falta; pero eso nos suena a todos como algo innato en la naturaleza del hombre.

Es una gran película, imprescindible. Polémica. Muy bien expuesta, y dentro de lo que uno piense y las exageraciones lógicas de una película, consigue un realismo verdaderamente inquietante.