Una recomendable película de aventuras selváticas en busca de tesoros. La ciudad perdida es digna de verse. Inmensa Sandra Bullock que se pone al frente de la aventura con responsabilidad y eficacia. Sin duda, una extraordinaria actriz que ha demostrado de sobra su valía en papeles dramáticos, bien reconocidos por sus numerosos premios, pero que es con su vis cómica donde alcanza un punto muy fuerte. Nadie como ella para hacer de niña pija. Su papel aquí podemos compararlo con sus actuaciones en Miss Agente Especial, haciendo de la agente Hart, o en Armadas y Peligrosas.

Encima La ciudad perdida te ofrece una genial aparición del gran Brad Pitt. Ya quisiera Michael Douglas haber actuado así cuando estuvo en la selva buscando el corazón verde. Y no es por dejar en mal lugar a Michael Douglas, Dios me libre.

El acierto de la película está también en el reparto, ya que es una comedia en la que todos los que trabajan caen estupendamente. La ciudad perdida no es una mala película, ni una comedia de partirse de risa, pero tiene ese continuo fondo, o espíritu, ese encanto divertido, de broma, de las películas sin pretensiones que consiguen hacer pasar un buen rato al espectador que no quiere más que evadirse del loco mundo, sin que le tomen más el pelo.

Puede decirse, sin temor a equivocarse, que gracias a cortas imágenes de gente de paz en sitios y lugares perdidos, en medio del exuberante verdor de los paisajes, puedes, además, vislumbrar el mundo soñado que te gustaría vivir. El tema romántico de fondo es la búsqueda de un tesoro, la excusa ideal para encender la aventura.

No es un humor de partirse de risa, repito, ni es la mejor película de humor, es una más para pasarlo bien viendo al patoso, al héroe, a la chica, al malo y al de más allá. Un poco parodia de esas sempiternas aventuras selváticas tras el tesoro, con jeroglíficos chorras para descifrar, historias de amor eterno y situaciones imposibles.