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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
9
Comedia Después de terminar la mili en el cuerpo de caballería, Fernando decide comprar a Bucéfalo, el caballo que ha sido su compañero durante ese tiempo y regresa a Madrid con el animal. Pero la ciudad se ha transformado tanto que ni siquiera encuentra una cuadra ni tiene tiempo para atenderlo. Así las cosas, tendrá que buscar alguna solución. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermosa película de la que tendrían mucho que aprender aquellos que hacen cine sin fijarse en lo antiguo, en lo de antes. Y ya lo dice Fernán Gómez: ¡muera la modernidad, fuera los camiones, fuera la gasolina y el mundo moderno! Si bien es cierto que lo hace un poco piripi tras trincarse una botella de vino cabezón, pero es en estas circunstancias cuando el cerebro de la buena gente se encuentra más lúcido.

Los coches que sean de caballos, nada de coches de gasolina. El mensaje es de lo más JacquesTatiano, o como quiera decirse la comparación con las ideas de Tati, alias Monsieur Hulot. Una mirada atrás sin reproches, nada más que reivindicativa de algunos valores que como el agua en cesto de mimbre, se pierden rápidamente. Cuando el mundo era un mundo solidario y no de apariencias, porque poco había que compartir. Nada nos puede echar hacia atrás, pero respetemos la excentricidad del que sabe del pasado. El mundo antiguo y el moderno, ambos mundos. Y el último caballo es una mirada reconciliadora de lo que hubo con lo que está por venir. No malgastemos bilis por lo de antes. Igual piensa el dueño del solar que no quiere dinero.

La dignidad de esos dos amigos no la pierden ni ante sus despidos, el uno sin contemplaciones en la oficina y otro más furioso en la estación de bomberos. La estampa de ambos es la de mantenerse erguido, sin caer en la desesperanza ni en el resentimiento. Eso es educación de uno mismo, no educación para la ciudadanía que no vale un pimiento. Una gran película que va tras la figura del impertérrito Bucéfalo, y alguno va tras el caballo igual que iba Barry Fitzgerald en El hombre tranquilo (1952), aunque a aquel el caballo le llevaba a la tasca y en ésta, el caballo le lleva de vuelta a casa a que duerma la mona.

Para no perder detalle y aprender de los demás.
floïd blue
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